· La Dra. Esperanza Arcas, neurocirujana del Hospital Vithas Almería, junto con su equipo, fueron los encargados de realizar esta compleja intervención. Es la primera vez que se realiza esta operación con monitorización neurofisiológica en la sanidad privada de la provincia.
Parte del equipo de neurocirugía y neurofisiología del Hospital Vithas Almería ha realizado con éxito la primera intervención con control neurofisiológico de un tumor en la columna. Esta cirugía del sistema nervioso central duró cuatro horas y contó con un equipo multidisciplinar formado por la Dra. Esperanza Arcas (neurocirujana), la Dra. Carmen Martínez-Aparicio (neurofisióloga), la Dra. Ana Navajas (anestesista), Dña. Ana Domínguez (enfermería) y el Dr. Alberto Galdón (neurofisiólogo).
La paciente es una mujer que presentaba pérdida de fuerza en piernas, sobre todo la izquierda y alteración del control de esfínter urinario y anal de unos tres meses de evolución. Tras realizarle una resonancia (RMN) se le diagnosticó una lesión a nivel dorsal compatible con meningioma.
Los meningiomas son tumores que nacen de las membranas que envuelven a la médula. Aunque son benignos histológicamente, su comportamiento es agresivo puesto que generan clínica invalidante como en este caso, que la paciente tenía una lesión medular. El tratamiento de estas lesiones es quirúrgico.
“Lo delicado de la intervención es que nos encontramos principalmente que la médula ya está dañada e irritada y las manipulaciones sobre ella que son necesarias para resecar el tumor, pueden empeorar la clínica de la paciente por eso se debe hacer bajo microscopio quirúrgico. Esto es fundamental para poder controlar y evitar en lo posible el deterioro clínico de la paciente. Gracias a la monitorización neurofisiológica intraoperatoria conseguimos con éxito el control de la función neurológica de la médula durante toda la intervención”, afirma la Dra. Arcas.
Monitorización neurofisiológica intraoperatoria (MNIO)
La monitorización neurofisiológica intraoperatoria es importante porque permite conocer el estado de las funciones neurológicas del paciente durante la cirugía, guiando al cirujano y minimizando los riesgos de lesión. Para ello, se emplean unas técnicas u otras, a criterio del neurofisiólogo, según las estructuras nerviosas en riesgo. “Primero preparamos al paciente colocándole unos electrodos en cuero cabelludo, extremidades superiores e inferiores y en cualquier otra área del cuerpo que pensemos pueda sufrir durante la intervención (esfínteres…), monitorizando así cada función”, explica la Dra. Martinez-Aparicio, neurofisióloga participante en la operación.
Gracias a este control, se ha conseguido extirpar con éxito el tumor al completo sin que la paciente sufriera deterioro. Al llegar a la etapa final de la intervención quirúrgica los parámetros de funcionamiento habían mejorado considerablemente. La paciente fue dada de alta del hospital a los cinco días de haber sido intervenida, se encuentra en perfecto estado y ha mejorado bastante la movilidad.
Un equipo “Vithal”
Para el éxito de la monitorización es indispensable la coordinación entre todos los profesionales del equipo. En el caso de que la MNIO muestre alteraciones, en primer lugar, el neurofisiólogo debe asegurar la integridad del sistema de registro. A continuación, el anestesista valorará la presión sanguínea, oxigenación, ventilación y hematocrito adecuados y revertirá los cambios recientes realizados en la anestesia. Por último, el cirujano, debería detener la intervención e intentar determinar la causa para revertirla.
Todo este proceso no sería posible sin la implicación total de todo un equipo que forman una cadena humana de profesionales, un equipo “vithal” en Almería.