10 motivos para acudir a urgencias ginecológicas durante el embarazo

10 motivos para acudir a urgencias ginecológicas durante el embarazo

Vithas Sevilla

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Los especialistas recomiendan acudir a urgencias ginecológicas siempre que se reconozca algún síntoma que pueda conllevar un riesgo para la embarazada o el bebé

Las embarazadas no siempre saben diferenciar entre los síntomas que son normales en un embarazo y aquellos que pueden suponer un problema. Por eso, los ginecólogos y obstetras siempre recomiendan que, ante la duda de que lo que esté pasando conlleve un riesgo, se acuda al especialista y, si es necesario, a las urgencias ginecológicas.

Estos son los 10 motivos más frecuentes por los que se debe acudir a urgencias ginecológicas durante el embarazo:

1. Sangrado vaginal.

Es el motivo principal de visita a urgencias ginecológicas durante el embarazo y siempre es motivo para acudir a urgencias.

En el primer trimestre, debe diagnosticarse si se trata de una amenaza de aborto, o bien descartarse si estamos ante un aborto, o una gestación ectópica (es el embarazo que no se ha implantado dentro del útero, y es importante descartarlo si aún no hemos hecho ninguna ecografía).

Posteriormente, en el segundo y tercer trimestre, deben descartarse sangrados por placenta previa o bien por un desprendimiento de placenta, o por modificación cervical en casos de contracciones por amenaza de parto prematuro.

En la mayoría de los casos, el sangrado es sólo por algún pequeño vaso del cuello del útero, que durante el embarazo son más sensibles romperse y sangrar. Ese sangrado se resuelve solo, y no conlleva riesgos, pero es importante que los especialistas descarten las otras causas.

2. Dolor abdominal.

Es otro motivo frecuente de consulta en urgencias. Se trata de un dolor agudo y más o menos continuo en la zona de vientre bajo, acompañado o no de sangrado, puede indicar complicaciones en la gestación.

En el primer trimestre puede ser síntoma de embarazo ectópico y, durante el segundo y tercer trimestre, se debe valorar si es una molestia típica derivada del crecimiento del útero o si puede ser por otros motivos. Deben descartarse contracciones, infecciones urinarias o, raramente, una preeclampsia que puede cursar con dolor abdominal generalmente en la mitad superior del abdomen, además de otros síntomas.

3. Fiebre.

Se trata de fiebre cuando la temperatura corporal es igual o superior a 38ºC. Una embarazada puede tener fiebre por causas ajenas al embarazo, como una gripe, amigdalitis, infección de orina… pero se debe descartar siempre la causa obstétrica. Una fiebre superior a los 38ºC de origen desconocido es una señal de alarma, dado que puede estar provocada por una infección relacionada con el embarazo, y puede causar contracciones o complicaciones.

4. Dolor de cabeza muy intenso.

Los dolores de cabeza frecuentes e intensos que no ceden con analgesia son motivos de urgencia, sobre todo a partir de segundo trimestre.

Muchas veces ese dolor se hace intenso, por el miedo a tomar medicación que pueda ser perjudicial. Ante un dolor de cabeza intenso, lo mejor es tomar algo de analgesia, y ver si cede. También estaría bien que la embarazada se tome la tensión para comprobar que está en valores normales, que en el embarazo son tensiones por debajo de 140/90.

Si el dolor de cabeza viene junto con dolor en zona alta del abdomen, o visión borrosa, o visión con lucecitas (las llamamos fotopsias), se debería consultar en urgencias, ya que esa cefalea puede ser indicadora de hipertensión o preeclampsia.

Si la tensión es normal, igualmente habrá que ver la causa, como para cualquier mujer no embarazada. Hay embarazadas con migraña que pueden tener crisis durante el embarazo, o pacientes que debutan con migraña en el embarazo.

5. Náuseas y vómitos.

Las náuseas y vómitos ocasionales son síntomas comunes; pero cuando se convierten en intensos y repetidos, e impiden una alimentación adecuada, pueden desencadenar un cuadro de deshidratación que requiere atención médica. Es lo que se llama hiperemesis gravídica, y habrá que tratar con medicamentos que impidan los vómitos, así como sueros para revertir la deshidratación.

6. Contracciones.

Todas las pacientes se preocupan mucho por las contracciones, sobre todo en cuanto a reconocerlas. Hay que diferenciar entre dos tipos: las contracciones de Braxton Hicks (preparatorias) y las verdaderas contracciones de parto.

  • Contracciones de Braxton Hicks: se pueden dar durante todo el embarazo. Notar las contracciones de Braxton Hicks es normal, pero estas no suelen ser dolorosas, y tampoco rítmicas. Son contracciones en las que el útero responde a distintos estímulos y se contrae. Cuando hay cierta deshidratación, cuando la madre está más cansada después de un día de más movimiento, pueden ser más frecuentes. Suelen ceder con el reposo, y se toleran bastante bien.
  • Las contracciones de parto: son normales a partir de semana 37 de gestación, que es cuando decimos que el embarazo ha llegado a término. Antes de esta semana, si se tiene sensación de contracciones (dolor como de regla y sensación de barriga dura) de forma regular y que no cede en reposo, se debe hacer una exploración para descartar una amenaza de parto prematuro.

A partir de las 37 semanas, cuando las contracciones sean regulares durante una hora y a intervalos regulares, debe hacerse una valoración para ver si se ha iniciado el trabajo de parto.

7. Disminución de movimientos fetales.

A partir de semana 23-24 prácticamente todas las mujeres notan los movimientos fetales. Normalmente recomendamos que, si los movimientos fetales disminuyen bruscamente o desaparecen durante unas 12 horas, a pesar de comer algo dulce y tumbarse hacia el lado izquierdo, debe hacerse una valoración en urgencias ginecológicas de que todo esté bien.

8. Pérdida de líquido amniótico.

Este es otro de los motivos de consulta que más preocupa a las embarazadas. Saber distinguir el líquido amniótico del flujo vaginal. La principal característica del líquido amniótico es que no suele tener olor ni color y, cuando se produce una rotura de bolsa (aunque sea una fisura), la pérdida es continuada, no puede controlarsey moja la ropa interior.

Otra observación a tener en cuenta es que el líquido amniótico no suele dejar cerco al secarse en la ropa, mientras que el flujo vaginal, habitualmente, sí lo hace.

La pérdida de líquido vaginal transparente a partir del segundo trimestre de embarazo debe ser consultado, por puede significar una posible rotura o fisura de la bolsa y, por tanto, un signo de posible principio de parto prematuro. Al final de la gestación es un indicador de principio de parto. Es normal que, en el tercer trimestre, el propio flujo vaginal sea más abundante y más líquido, por lo que es habitual dudar. Ante la duda de tener o no una pérdida de líquido, debes ir a urgencias ginecológicas para poderlo valorar.

Por otro lado, si la pérdida de líquido es de color transparente, aunque no tendríamos que demorar la consulta, tampoco haría falta precipitarse. Podemos ir a urgencias con calma. Si el líquido está teñido de un color verdoso, sí debe hacerse una valoración rápida para comprobar el bienestar fetal.

9. Picor en la piel.

Con el aumento de volumen del abdomen es muy normal que las embarazadas refieran picor en la barriga. Pero si el picor es en las plantas de los pies o en las palmas de las manos, y si empeora por la noche, debe consultarse, para descartar una enfermedad que se denomina colestasis intrahepática.

10. Tensión alta.

En la embarazada sin antecedentes de hipertensión, se produce un cuadro de tensión alta cuando está por encima de 140/90. Ante una primera toma de tensión elevada en casa, la recomendación es: relajaros, sentaros y esperar al menos veinte minutos para repetir la toma. Si sigue estando por encima de 140/90 se debe consultar por urgencias. 

Además, los síntomas asociados a tensión alta que los especialistas recomiendan vigilar son: dolor de cabeza intenso, dolor de estómago, visualización de lucecitas o malestar general. Si estos se presentan, junto con la tensión alta, entonces sí debes ir a urgencias.

Esto también se relaciona con la aparición de hinchazón importante en piernas y tobillos. Quizá haya pacientes que no se controlen la tensión en casa. Sobre todo, en el último trimestre, es hasta cierto punto normal la aparición de hinchazón en piernas y manos, pero si es una hinchazón considerable o si se acompaña de otros síntomas como dolor de cabeza, alteraciones de visión, etc., es preferible consultar sobre ella, ya que puede estar relacionada con tener la tensión alta y no haberse detectado.

Estos son los motivos más importantes por los que acudir a urgencias ginecológicas durante el embarazo, pero existen muchos más. Sensación de molestia al orinar, picor vaginal, diarrea… Ante la duda, siempre consulta a tu médico y acude siempre que lo necesites a las urgencias ginecológicas.

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