Resolvemos tus dudas
Un acúfeno es una alteración que tiene lugar en el sistema nervioso que genera, en los pacientes que lo sufren, sonidos en sus oídos o en su cabeza. Estos sonidos tienen lugar, por tanto, sin que ocurra ningún estímulo exterior que los ocasione y son solo escuchados por la persona afectada. El acufeno supone una disfunción en el oído interno.
Podemos resaltar distintos tipos de acúfenos:
- Acúfenos unilaterales: cuando afecta a un oído solo.
- Acúfenos bilaterales: cuando afecta a los dos oídos.
- Acúfenos objetivos: sonidos que proceden del mismo oído o alrededores y cuyo origen es mecánico. En este tipo de acúfenos es más fácil identificar qué los provoca y se describen como vibratorios. También se puede referir a ellos como acúfenos pulsátiles, es decir, sincronizados con el pulso.
- Acúfenos subjetivos: son los más habituales, no son vibratorios y, al contrario que los objetivos, no tienen un origen mecánico. Suelen ser ocasionados por una excitación nerviosa que tiene lugar en un punto del oído y concurre hasta llegar a la corteza auditiva
Entre los principales síntomas de los acúfenos podemos resaltar: la percepción de un pitido o ruido similar, sensación de inestabilidad, dificultad para dormir, pérdida de audición (esta ocurre hasta en un 70% de los pacientes que surfren acúfenos), dolores de cabeza y migrañas, sensibilidad ante sonidos externos, sensación de cansancio y sensación constante de ansiedad. Todos estos síntomas ocasionan un deterioro general en la calidad de vida de los pacientes.
Algunas de las causas que podemos resaltar son: infecciones víricas, problemas vasculares, estrés, cambios en hormonas, algunos medicamentos y traumas. También pueden tener lugar otros detonantes como infartos, otitis de repetición, embolias en los oídos, tumores en el nervio acústico o síndrome de Ménière.
Los acúfenos se exteriorizan como ruidos o pitidos en el oído. Algunos pacientes los describen como zumbidos, ruídos de motores o pitidos. Además, el paciente que sufre un acufeno escucha estos sonidos de manera continuada en uno o en los dos oídos.
Los acúfenos suelen interferir con la audición y pueden estar asociados con otros síntomas relacionados con el oído interno: oído taponado, desequilibrio, vértigo o pérdida de audición.
Sí, se ha comprobado que existe un porcentaje elevado de personas que experimentan pérdidas auditivas asociadas a los acúfenos. Esto ocurre por la alteración de las células neurosensoriales del oído interno.
Además, en los casos en los que la audiometría no refleje alteraciones, siempre tiene lugar una interferencia del acufeno en la audición de los pacientes.
Tras el tratamiento un paciente podrá mejorar significativamente o curar del todo los acúfenos o la percepción de ruido.
Además, se solucionan otros problemas auditivos que se puedan tener y se mejora la calidad del sueño y la capacidad auditiva. Por último, gracias al tratamiento se disminuye el estrés y ansiedad y se eliminan los mareos y la sensación de inestabilidad.
El tratamiento está formado por 15 sesiones que se distribuyen en 2 por semana, por lo que el tratamiento total tiene una duración de 2 meses. Es necesario recalcar que debe haber mínimo un día de margen entre cada sesión.