Hay momentos del año, como Navidades, celebraciones de cumpleaños o fiestas especiales en que las comilonas están a la orden del día. Son el denominador común. Pero esos atracones, a menudo, van seguidos de empachos. ¿Cómo cuidarnos?
Para que el exceso de comida no nos pase factura, podemos anticiparnos y poner en práctica algunos consejos en cuanto al menú, la lista de la compra o cómo mentalizarnos sobre cómo y cuánto comer para cuidarnos de atracones y empachos.
Para que el exceso de comida no nos pase factura, podemos anticiparnos y poner en práctica algunos consejos en cuanto al menú, la lista de la compra o cómo mentalizarnos sobre cómo y cuánto comer para cuidarnos de atracones y empachos.
En lo que respecta al menú, a la hora de elegirlo conviene combinar o acompañar los platos típicos y tradicionales (más ricos en energía), con otros más ligeros. Se trata de buscar el equilibrio. Para ello, podemos re inventar platos sencillos y transformarlos en especiales.
Por ejemplo, una ensalada donde juguemos con los colores, texturas e ingredientes. También es posible incorporar una rica sopa o crema de vegetales, pescado, marisco o consomé. E incluir patés vegetales o hummus para alternar.
Otras propuestas pasan por priorizar el pescado, mariscos, aves y carnes magras. En cuanto a los postres, las macedonias o brochetas son formas de utilizar la fruta de forma atractiva, incluso combinada con chocolate negro.
En resumen, asegúrate de que las verduras, hortalizas y frutas de temporada están presentes de forma especial en tus preparaciones.
Con el menú ya decidido, el siguiente paso es la lista de la compra. Mejor si apuntas todo lo más ajustado posible, tanto en variedad como en cantidad, para evitar comer sobras durante una semana… ¡O más!
Porque, cuanto más compramos, más comemos. Y, si compramos mejor, mejor comeremos. Un error bastante habitual es adquirir alimentos no perecederos con mucha antelación. ¿Has notado que, en Navidad, los turrones y dulces típicos cada vez se venden antes? Si los compramos con tanta premura, es muy probable que sucumbamos a la tentación más de una vez. Por eso es mejor adquirirlos cuando se acerque la fecha.
Si no te toca elaborar el menú ni hacer la compra, sí al menos deberás mentalizarte para comer con mesura y que no te pase factura después. Tarea que no es sencilla, porque en dichos banquetes, los estímulos culinarios son muchos para nuestros sentidos.
Lo más fácil es dejarse arrastrar por la acción dopaminérgica que produce en nuestro cerebro el consumo de alimentos muy gratos al paladar. Aun así, ¡salir airoso es posible! Parece algo menor, pero llegar mentalizados a la mesa de que “no vamos a comer como si fuera el fin del mundo”, puede marcar la diferencia en la relación con la comida.
No es cuestión de cantidad. No nos resultará más placentero comer mucho. Tampoco se trata de control o restricción, sino de disfrutar y comer con los 5 sentidos: saboreando, masticando, haciendo pausas y con una alimentación consciente, como si fuera un menú degustación.
Y, ya sentados a la mesa, puedes poner en práctica algunos consejos ante atracones y empachos:
-Emplatar vs. Picar: el emplatado consiste en servirnos en el plato una selección de alimentos en vez de picar de fuentes de entrantes o dulces. Eso nos ayuda a ser más conscientes de la cantidad.
-Servirnos solo una vez: no repetir los platos más contundentes y decantarnos por raciones moderadas.
-Hidratarnos: llegar bien hidratados y mantenernos hidratados con agua, sobre todo si vamos a beber alcohol.
-Evitar o reducir el pan: la cantidad de pan, un alimento de consumo habitual, para muchos suele ser difícil de gestionar ¿Te has parado a pensar que quizás puedes darle menos protagonismo y dejar sitio para otros alimentos? Prueba a tomar un trozo y hacerlo durar toda la comida.
-Añadir vegetales y frutas: equilibrar los platos combinando las preparaciones más ricas en energía con aquellas más ligeras, incluyendo verduras, hortalizas y frutas de temporada.
No es tarea fácil pero se puede lograr evitar atracones y empachos. Y tras las fiestas o celebraciones, vuelve a un menú saludable, a la actividad física y, si tu cuerpo te pide comer más ligero de lo habitual, escúchalo. Disfrutar, y cuidarnos, es la mejor forma de disfrutar de verdad.