La obesidad es una de las mayores amenazas para la salud pública del siglo XXI. Lejos de ser solo un problema estético, se trata de una enfermedad multisistémica que causa inflamación crónica y alteraciones metabólicas profundas. Uno de los órganos más afectados —y muchas veces ignorado— son los riñones.Los estudios indican que las personas con obesidad tienen un riesgo 83% mayor de desarrollar enfermedad renal crónica. Incluso sin diabetes o hipertensión, cerca del 25% de los casos de insuficiencia renal en personas con obesidad se deben al daño directo provocado por el exceso de grasa, especialmente la que se acumula en la zona abdominal. A esta condición se la conoce como “nefropatía por obesidad” o “riñón obeso”.
¿Qué es la Adiposopatía?
El tejido adiposo no es solo un almacén de grasa: también produce hormonas y regula funciones vitales. Sin embargo, en la obesidad, este tejido se transforma: se inflama, pierde sus funciones protectoras y comienza a liberar sustancias dañinas que afectan directamente a los riñones. Este fenómeno es conocido como adiposopatía.
Múltiples vías de Daño Renal
El daño renal por adiposopatía ocurre de forma progresiva y silenciosa. Actúa por varios mecanismos:
- Indirectos: desarrollo de diabetes tipo 2, hipertensión, dislipemia y apnea del sueño.
- Directos: alteraciones hormonales, infiltración grasa en el riñón, inflamación local y estrés oxidativo.
Detectarlo a tiempo es clave
En fases tempranas, el daño renal puede pasar desapercibido. Sin embargo, ya pueden detectarse señales como microalbuminuria (proteínas en la orina), aumento de creatinina o resistencia a la insulina. Un diagnóstico precoz mediante análisis de sangre y orina, junto con el control del peso y la presión arterial, puede marcar la diferencia.
Un tratamiento integral y preventivo
La buena noticia es que la adiposopatía es reversible si se interviene a tiempo. El tratamiento debe ser integral:
- Nutrición saludable y actividad física regular
- Fármacos protectores del riñón y control metabólico
- En casos seleccionados, cirugía bariátrica
Conclusión: Actuar antes del daño irreversible
Obesidad y enfermedad renal están estrechamente relacionadas. Prevenir, detectar y tratar a tiempo puede evitar el deterioro irreversible de los riñones. Desde los Hospitales Vithas, promovemos un enfoque multidisciplinar para abordar esta problemática silenciosa pero prevenible.