• La vasoconstricción eleva el riesgo de padecer durante el invierno un evento isquémico, bien sea de novo, bien sea sobre una cardiopatía preexistente • Los pacientes mayores de 70 años con factores de riesgo cardiovascular asociados como HTA, diabetes e insuficiencia renal, son los más proclives a desestabilizarse ante un cambio brusco de temperatura
Según la Fundación Española del Corazón (FEC), el descenso de las temperaturas incrementa la posibilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Tal como explica el doctor Fernando Dicenta, responsable de la unidad de cardiología de Vithas Castellón, “cuando desciende la temperatura, sobretodo brusca e intensamente, los vasos sanguíneos se contraen de forma refleja en un intento de conservar el calor corporal.”
Este fenómeno (vasoconstricción), eleva el riesgo de padecer durante el invierno un evento isquémico, bien sea de novo, bien sea sobre una cardiopatía preexistente. En este sentido el especialista puntualiza que “la variación estacional influye en la actividad corporal modificando el tono vasomotor, la viscosidad sanguínea, la tensión arterial y la frecuencia cardíaca”. Además, Fernando Dicenta hace especial hincapié en que “el aumento del riesgo cardiovascular durante el invierno no sólo es consecuencia directa del descenso de la temperatura, sino que también las infecciones del tracto respiratorio muy frecuentes en esta época hacen que dicho riesgo aumente exponencialmente”.
Un riesgo que se ve incrementado en personas que padecen enfermedades crónico-degenerativas, obesidad, adicción al tabaco, o en hombres y mujeres mayores de 50 años de edad. En este sentido el profesional subraya que “en concreto, los pacientes mayores de 70 años con factores de riesgo cardiovascular asociados como hipertensión arterial (HTA), diabetes e insuficiencia renal son los más proclives a desestabilizarse ante un cambio brusco de temperatura.”
Prevención
La prevención, como siempre, juega un papel clave. Para el especialista es fundamental “tratar la hipertensión arterial, evitar el exceso de grasas, llevar una dieta mediterránea, promover la actividad física y huir del sedentarismo son medidas de enorme trascendencia para la prevención de la patología cardiovascular”.
De igual modo, son muy importantes los chequeos cardiacos en los centros hospitalarios. El doctor Dicenta además, aconseja cuando esté indicado vacunarse de la gripe y del neumococo.