Todo chequeo ha de incluir: anamnesis, antecedentes personales y familiares y exploración física completa. Los antecedentes personales y familiares pueden determinar la necesidad de realizar pruebas más específicas o más frecuentes.
El comienzo de un nuevo año suele acarrear una serie de objetivos a cumplir, asignaturas pendientes, algunas más realistas que otras. El cuidado de la salud debería de ser una meta para todos y para ello la herramienta fundamental es el chequeo, una revisión exhaustiva y coordinada por un profesional que tenga una visión global de la medicina, como es el caso del médico internista.
Aunque la literatura médica no establece una edad determinada, “en una persona sin factores de riesgo y sana los 40 años sería lo idóneo para incluir en nuestras rutinas de salud el chequeo anual”. Así lo afirma el doctor Enrique Ciria, responsable de la Unidad de Prevención del Hospital Vithas Madrid Arturo Soria, que añade: “si existen antecedentes personales y/o familiares, como riesgo cardiovascular, tumores, obesidad, hipertensión, diabetes, dislipemia o tabaquismo, esa edad se podría adelantar a los 35 años; siempre es necesario analizar cada caso y valorarlo individualmente”.
Un buen chequeo, como establece el especialista, ha de incluir tres partes: historia clínica o anamnesis, antecedentes y exploraciones. “Para obtener una buena anamnesis es necesario hablar con el paciente, preguntar, conocer su estilo de vida, los llamados factores epidemiológicos, que influyen notablemente en la salud de la persona: hábitos laborales y entorno social y familiar”. Dentro de esa información, una parte fundamental son los antecedentes personales y familiares de patologías, prestando especial atención a enfermedad cerebro-vascular, cardiopatía isquémica en padre y madre y tumores. Por último, es necesaria la exploración física. “Enfermería realiza, en primer lugar, una serie de mediciones: peso, talla, tensión y perímetro abdominal. A continuación, se realizan una serie de pruebas específicas: analítica general, espirometría, ecografía abdominal, chequeo cardiológico, examen de otorrinolaringología y examen oftalmológico. Además, en el caso de las mujeres se incluye un examen ginecológico a partir de los 30 años; en el de los hombres, un chequeo urológico a partir de los 40”, señala el doctor Ciria. En algunos casos, en base a los antecedentes personales, se solicitarán otro tipo de pruebas complementarias. El Hospital Vithas Madrid Arturo Soria pertenece al grupo sanitario Vithasque cuenta en España con 12 hospitales y 13 centros especializados denominados Vithas Salud.
Prevención personalizada a cargo del médico internista
Con los resultados obtenidos se realiza un informe personalizado que permite al médico internista valorar el estado de salud de la persona. “Vemos al paciente como un ente global; cuando analizamos su salud no hay que verlo por compartimentos, sino en su conjunto”, apunta el doctor Ciria.
Algo tan simple como incorporar revisiones de salud periódicas permite prevenir múltiples enfermedades o, en caso de que existan, detectarlas de manera precoz, de modo que se eviten estadios más graves.