El peeling es un proceso de exfoliación que se efectúa con el objetivo de disminuir las capas superficiales de la piel pudiendo llegar hasta las más profundas, con el fin de remover las células muertas y/o tratar diversos tipos de lesiones. Aunque lo más frecuente es llevarlo a cabo sobre la su...
El peeling es un proceso de exfoliación que se efectúa con el objetivo de disminuir las capas superficiales de la piel pudiendo llegar hasta las más profundas, con el fin de remover las células muertas y/o tratar diversos tipos de lesiones. Aunque lo más frecuente es llevarlo a cabo sobre la superficie de nuestro rostro o cara, también se puede aplicar en otras superficies como la espalda, cuello, manos, axilas, brazos o entrepiernas.
Existen varios tipos de peelings, pero hoy vamos a centrarnos en los químicos, los cuales se basan en la colocación de ácidos no peligrosos con diversos niveles de pH y/o concentración, factores que permiten diferentes niveles de profundidad, según el efecto que el médico quiera lograr. Se realizan con sustancias exfoliantes que se ponen en contacto con la piel logrando desprender las capas más superficiales y eliminar los defectos como cicatrices, manchas… y, a su vez, estimular que salgan células nuevas.
Pero más allá de esta característica, ¿qué beneficios aporta este tipo de tratamiento a nuestra piel?
- Otorga mayor firmeza y elasticidad a la piel gracias a la producción de nuevo colágeno y elastina en sus capas más profundas.
- Los peelings químicos requieren de un tiempo de inactividad mínimo, es decir, el/la paciente puede realizarse uno y retomar su vida habitual sin tener que preocuparse de la recuperación.
- Mejora la calidad de la nueva piel ofreciendo un aspecto rejuvenecido.
- Reduce el daño solar y el melasma. Ambas patologías son dos de las preocupaciones más serias para el tratamiento de la piel, pero los peelings químicos estimulan la piel para curarse por sí sola mediante la disolución de sus capas superficiales. Además, a través de este proceso las manchas oscuras adquieren un tono uniforme y una apariencia lisa.
- Reduce la apariencia de los poros dilatados.
- Ayuda a controlar el acné, favoreciendo a su eliminación. El peeling químico puede ayudar a reducir los efectos del acné en la piel e incluso minimizar las imperfecciones en sí mismas.
- Mejora la perspiración (respiración) de la piel ya que, al eliminar las capas muertas de la piel, ésta consigue oxigenarse de una manera más rápida y efectiva.