Según el Estudio Percepción y hábitos de los corredores y corredoras españoles, en nuestro país 9 de cada 10 corredores no se prepara adecuadamente para correr. Esta situación puede provocar lesiones ya que, como refleja este estudio, más de un 24% ha sufrido una lesión de rodilla. El run...
Según el Estudio Percepción y hábitos de los corredores y corredoras españoles, en nuestro país 9 de cada 10 corredores no se prepara adecuadamente para correr. Esta situación puede provocar lesiones ya que, como refleja este estudio, más de un 24% ha sufrido una lesión de rodilla.
El running o correr es un deporte de alto impacto para la rodilla por eso es fundamental realizar bien este ejercicio para prevenir dolencias o lesiones.
Mientras los ligamentos y tendones de la rodilla se pueden entrenar con estiramientos, fortaleciendo la musculatura o con fisioterapia para que sufra menos la articulación, el cartílago es el que más sufre el impacto.Pero ¿qué se puede hacer para preparar la rodilla y minimizar los riesgos?
Conoce los cinco consejos para no lesionarte
- Entrenar. Es fundamental el entrenamiento y lograr una buena condición física para conseguir una buena masa muscular del aparato extensor de la rodilla, así como fortalecer la estructura de la rodilla Además es fundamental estirar antes y después de cada carrera ya que de esta manera el cuerpo sufre menos.
- Calzado adecuado. Contar con un calzado pensado para cada pisada ya que de esta manera se minimiza la carga sobre la rodilla. Los estudios de la pisada y la zancada permiten adaptar el calzado deportivo y personalizarlo para cada uno.
- Entrenador personal. Contar con un entrenador que nos enseñe técnica de zancada y de frenada. Así podemos disminuir el impacto a la hora de correr. Eso minimiza el riesgo de desgaste
- Alimentación sana y equilibrada. Llevar una nutrición rica en oligoelementos y vitaminas así como en oxígeno y proteínas. Una buena alimentación permite un buen equilibrio tisular de los tejidos. Verduras como las acelgas y el brócoli así como los frutos secos son ricos en magnesio y su consumo ayuda a proteger los huesos. Las frutas cítricas son esenciales para ayudar a formar cartílago en las rodillas debido a que son una importante fuente de vitamina C. Las proteínas magras o los mariscos y otros pescados, como el salmón o el atún, son ricos en grasas omega-3 y ayudan a reducir a inflamación crónica y a prevenir la artritis reumatoide.
- Suplementación. Como tratamientos preventivos, se recomienda utilizar suplementos como el ácido hialurónico para mejorar la movilidad y la flexibilidad de las articulaciones.