Muchos jóvenes se encuentran estos días preparándose para las pruebas de acceso a la universidad o EBAU (Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad), siendo un momento crucial en su vida.
La salud mental desempeña un papel crucial en la preparación para los exámenes de la EBAU. Aunque la dedicación al estudio es importante, no debemos descuidar nuestro cuidado y bienestar emocional. La preparación para la EBAU no consiste solo de estudiar, sino que es fundamental encontrar un equilibrio entre el esfuerzo académico y el autocuidado.
La presión de estudiar y rendir bien en los exámenes puede generar altos niveles de estrés y ansiedad. La incertidumbre sobre el resultado, la competencia con otros candidatos y la carga de contenido para estudiar pueden afectar su salud mental. Los jóvenes se sienten evaluados y temen no estar a la altura. Esto unido al miedo al fracaso, al temor a no obtener una buena calificación o a “quedarse en blanco” durante el examen puede afectar su concentración y rendimiento. Aquí te damos algunos consejos de cómo afrontar la EBAU a nivel emocional.
Consejos para la EBAU
El doctor Víctor Navalón, psiquiatra, da las claves para afrontar la EBAU de la mejor manera posible a nivel emocional:
1. Técnicas de relajación: Los jóvenes pueden aprender técnicas de relajación, como la respiración profunda o la meditación. Estas prácticas ayudan mucho a reducir la tensión muscular y a mantener la calma.
2. Control de pensamientos negativos: Es importante que los estudiantes identifiquen y cuestionen los pensamientos negativos. Relativizar las consecuencias de no alcanzar ciertos objetivos puede aliviar la presión.
3. Apoyo social y emocional: Compartir preocupaciones con amigos, familiares o profesores alivia la carga emocional. Es importante también tratar de evitar comparaciones con otros estudiantes, cada persona tiene un ritmo de aprendizaje diferente.
4. Perspectiva: Recordar que la selectividad es solo una parte de la vida. El bienestar personal es fundamental.
Hábitos de estudio saludables
-Planificación y Organización: Establecer un horario realista y dividir el contenido en secciones manejables evita el agobio y la fatiga.
-Descanso y Sueño: No sacrificar el descanso por más horas de estudio. El sueño adecuado es esencial para la concentración y el rendimiento, teniendo especial cuidado con el no abusar de bebidas estimulantes.
-Alimentación balanceada: Una dieta equilibrada influye en la energía y la concentración.