¿Por qué debemos cuidar la microbiota?

¿Por qué debemos cuidar la microbiota?

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La microbiota intestinal  es prácticamente única en cada individuo. Su composición está influida por gran variedad de factores como la alimentación, el consumo de fármacos, el entorno, el ritmo de vida, etc. A pesar de su resilienciael cuerpo humano está constantemente expuestos a factores que pueden influir a la alteración de su equilibrio  natural, por ello debemos prestar especial atención a su cuidado.

La microbiota del intestino, también conocida como flora intestinal, es el conjunto de microorganismos, bacterias, hongos, arqueas, virus y parásitos, que viven en el intestino (residen a lo largo del tubo digestivo, principalmente en el colon).  El equilibrio de ésta comunidad microbiana es imprescindible para el correcto funcionamiento del organismo y para alcanzar un estado de salud adecuado.

La conformación microbiana es prácticamente única en cada individuo, ya que su composición está influida por una gran variedad de factores como la alimentación, el consumo de fármacos, el entorno, el ritmo de vida, etc.

“El cuerpo humano está constantemente expuestos a factores que pueden influir a la alteración de su estado natural”.

¿Por qué es importante cuidarla?

Un desequilibrio en la microbiota intestinal puede favorecer procesos patológicos, muchos de los cuales influyen en el desarrollo de ciertas enfermedades relacionadas con la autoinmunidad. Hay enfermedades, como la diabetes tipo 2, la obesidad, las enfermedades inflamatorias del intestino y las alergias, que se relacionan con alteraciones intestinales donde el desequilibrio de la microbiota juega un papel importante. Además, las conexiones del sistema nervioso central con la microbiota intestinal  a través de sustancias bacterianas que funcionan como neurotransmisores o precursores de los mismos, explican cómo el desequilibrio de nuestra microbiota puede influir en el estado de ánimo, la capacidad de regulación o gestión emocional y el desarrollo de trastornos del estado de ánimo tales como la ansiedad o depresión, entre otros.

Factores que pueden alterar la microbiota intestinal

  • Mala gestión del estrés
  • Sedentarismo
  • Hábitos tóxicos: consumo de tabaco, alcohol
  • Edulcorantes
  • Consumo de refrescos
  • Trastornos del sistema digestivo o inmunológico
  • Tratamientos antibióticos
  • Envejecimiento
  • Infecciones intestinales
  • Malos hábitos de alimentación
  • Predisposición genética

¿Qué puedes hacer para tener una microbiota intestinal sana?

Aumentar la diversidad microbacteriana es clave para tratar de fortalecer nuestra flora intestinal. Para ello, podemos incluir en nuestro día a día pequeños cambios que pueden ayudarnos a cuidar la microbiota. Te los resumimos en 3 pasos:

1. Tener una dieta rica y equilibrada, con productos naturales no procesados: frutas, verduras/ hortalizas, por lo menos 5 raciones diarias.

2. Incluir en nuestra dieta alimentos ricos en probióticos, tales como los vegetales fermentados, y los lácteos de buena calidad (el kéfir o el yogurt) la kombucha, chukrut, encurtidos…

3. Aumentar el consumo de prebióticos (granos integrales, plátanos, hortalizas de hoja verde y alcachofas). Estos alimentos nutren a las bacterias y favorecen el desarrollo de un microbiota de calidad.

4. La práctica regular de ejercicio físico, así como la gestión del estrés son dos recursos muy útiles para cuidar la microbiota.

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