Si la uña incarnada llega a causar herida es fácil que se produzca una infección provocando un absceso
La uña incarnada u onicocriptosis, popularmente conocida como “uña encarnada” es una afección que aparece cuando el borde de la uña del pie penetra en el dedo produciendo dolor, enrojecimiento e inflamación, ya que actúa como si de un cuerpo extraño se tratase.
Afecta principalmente al 1º dedo, pero se puede presentar en cualquiera de ellos. Hay 2 tipos de uña encarnada:
- LATERAL: Es la más común y se produce cuando la uña penetra en uno de los lados.
- ANTERIOR: Es menos frecuente y aparece cuando la uña penetra hacia delante.
La onicocriptosis puede aparecer a cualquier edad, aunque hay un gran pico de aparición en la adolescencia y juventud sobre todo en hombres, cuando pasan del cuidado de los padres al autocuidado, donde si no tienen una información adecuada pueden cortar las uñas de forma incorrecta, la practica deportiva, el uso continuado del calzado deportivo, presencia de sudoración excesiva (hiperhidrosis). A partir de los 30 años, hay una mayor prevalencia en mujeres, asociado al encorvamiento de la uña y presencia de callosidades periungueales.
¿Cuáles son las causas?
Existen varias causas por las que se produce onicocriptosis:
- Corte incorrecto de las uñas, el corte redondeado va a favorecer que la presión ejercida por el calzado o por el resto de los dedos mientras caminamos, pueda deformar el lecho (piel situada bajo la lámina ungueal que sirve de plano de deslizamiento al crecer), de esta forma, cuando la lámina ungueal o la uña comienza su crecimiento puede interaccionar con los laterales causando dolor, enrojecimiento e inflamación.
- Onicofagia o arrancamiento es muy frecuente en los adolescentes.
- Uso de material inadecuado como los corta uñas
- La sudoración fisiológica por el uso de calzado no transpirable.
- El calzado de tacón, de puntera estrecha y/o de pala baja, provocan un desplazamiento de las cargas hacia el primer dedo, aumentando la presión en la uña.
- Los traumatismos directos como pisotones, golpes…etc.
- Alteraciones biomecánicas como hallux abductus valgus o juanetes en un canal debido por el exceso de presión y en el otro canal por el roce del calzado o por el segundo dedo y hallux interfalángico.
- Curvaturas patológicas de la lámina ungueal (uñas en pinza, uña en forma de teja, lateralizadas, etc.)
- Fórmula digital y metatarsal, es un criterio que nos permite, clasificar todos los pies en tres categorías en función de la longitud de los metatarsianos y dedos.
- Yatrogenias quirúrgicas, debido a prácticas quirúrgicas inadecuadas.
- Exceso de peso provoca que las presiones que debe soportan el dedo sean muy elevadas, por lo que los laterales se pueden deformar e impedir el crecimiento normal de la uña.
Principales síntomas que alertan de una uña encarnada
La primera señal de alerta es molestia o dolor de la uña o en el dedo, debido al roce del calzado al caminar, en la práctica deportiva o incluso al roce con la sábana.
Aparece inflamación en mayor o en menor proporción, que, si no se trata en las primeras 48h, dicha inflamación irá aumentando con posibilidad de cronificar.
Existen afecciones con síntomas clínicos parecidos a la patología que estamos comentando entre lo que nos encontramos verrugas periungueales, lesiones de origen osteocartilaginoso (condromas, osteocondromas), fibromas periungueales, etc.
Es necesario destacar que la onicocriptosis aparecen diferentes estadios:
- Estadio I: Presencia leve de edema y dolor al presionar sobre el pliegue, no sobrepasando éste la lámina ungueal o la uña.
- Estadio II: Aumento del dolor, eritema y presencia de secreción serosa o infecciosa. El rodete sobrepasa la lámina ungueal.
- Estadio III: Aumentan los síntomas anteriormente mencionados, presencia de tejido de granulación o hipertrofia crónica del rodete cubriendo en parte la lámina ungueal.
- Estadio IV: Deformidad grave y crónica de la uña y rodetes ungueales.