539 personas fallecieron en España durante 2017 por esta causa
Los grupos de población más expuestos son los niños menores de 5 años, jóvenes que han ingerido previamente alcohol u otro tipo de tóxicos, y personas sanas que sufren accidentes derivados de la práctica de deportes acuáticos
Cumplir con la norma 10/20, dotar a la población general de conocimientos sobre Soporte Vital Básico, y aludir al sentido común son algunas de las pautas para reducir o evitar estos ahogamientos, los cuales suponen la tercera causa de muerte por accidente en nuestro país
Llega el verano y con él la apertura de piscinas y el aumento de bañistas en nuestras playas, ríos y embalses. Esto implica un aumento en el riesgo de ahogamientos en los diferentes grupos de población, y es que el año 2017 se cerró con la cifra de 539 personas fallecidas por ahogamiento en nuestro país. Pero, ¿cómo se produce el ahogamiento? El Dr. Pablo de Rojas, coordinador junto con la Dra. Rocío Aragonés de la Unidad de Cuidados Intensivos de los hospitales Vithas Málaga y Vithas Xanit Internacional, pertenecientes al grupo sanitario Vithas, que cuenta en España con 19 hospitales y 27 centros monográficos Vithas Salud, lo explica de la siguiente forma: «La muerte en el ahogamiento se produce por asfixia. Tras la inmersión, normalmente la víctima inhibe su respiración presa del pánico mientras lucha por su vida violentamente. La agitación va cediendo mientras el sujeto aspira y traga agua. Finalmente, e instantes antes de la parada cardiaca, desaparecen los reflejos de la vía aérea y el agua penetra de forma pasiva en los pulmones. Hay un pequeño porcentaje de enfermos en la que se produce un espasmo de la laringe e igualmente cesa la respiración conduciendo a la muerte en un breve periodo de tiempo si no se corrige la situación».
En cuanto a las principales causas o factores que provocan este tipo de incidentes, el doctor De Rojas las asocia a tres grupos principales de población y aporta, además, una serie de consejos para evitarlos. «Los niños menores de 5 años son uno de los colectivos más vulnerables al ahogamiento por el despiste de los adultos que están a su cargo. Para evitar esto es vital no dejar solo al pequeño en las proximidades de la piscina y cumplir la Norma 10/20, consistente en observar la piscina cada 10 segundos y poder llegar hasta ella en menos de 20. Por supuesto, la mejor vía es la prevención y esto se consigue enseñando a nadar a los niños cuanto antes y nunca después de los 4 años.
El segundo grupo de población lo integran los jóvenes por conductas inadecuadas en la proximidad de piscinas y playas, relacionadas, en la mayoría de los casos, con la ingesta de alcohol y otras sustancias tóxicas. Por último, existe un porcentaje de personas sanas que están más expuestas al ahogamiento por la práctica de deportes acuáticos. Para salvar la vida de estos dos grupos es fundamental que se implante un plan de enseñanza generalizado de Soporte Vital Básico, así como la presencia de desfibriladores en piscinas tanto públicas como privadas».
¿Cómo debemos actuar si presenciamos un ahogamiento?
El protocolo que debemos seguir si presenciamos un ahogamiento debe ser siempre el mismo y universalizado, correspondiéndose con la cadena de supervivencia.
1. Rescatar a la víctima sin ponernos nosotros en peligro
2. Identificar la emergencia, sacar a la víctima del agua, secarla e intentar recalentarla en caso de hipotermia. Hemos de prestar especial atención a la posibilidad de que exista algún golpe traumático, sobre todo en la región del cuello.
3. Determinar el estado del enfermo: si responde, si respira y si le late el corazón.
4. Activar el sistema de emergencia llamando al 112 y solicitando, si es posible un desfibrilador externo automático.
5. En caso de parada cardiorrespiratoria comenzar, tan pronto como se pueda, con las maniobras de Soporte Vital Básico con masaje cardiaco y ventilaciones boca a boca a una cadencia de 30 compresiones y 2 ventilaciones, a un ritmo de 100 compresiones por minuto. Al igual que ocurre en otros casos de parada cardiorrespiratoria, debemos evitar la compresión de la boca del estómago.
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