El retroceso de conductas que ya se consideraban superadas en niños, como dormir solo, las pesadillas o la alta irritabilidad, entre los principales indicios de patologías relacionadas con la salud mental en edades tempranas.
El cuidado de la salud mental en la infancia y la adolescencia es fundamental para evitar un deterioro de su calidad de vida y también para luchar contra el aumento de conductas de riesgo, que inducen a intentos de suicidio y autolesiones, o padecer trastornos emocionales (depresión, ansiedad, pánico, etc.) o del comportamiento y de la conducta alimentaria; que se pueden extender durante su vida adulta. Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra hoy, 10 de octubre, los especialistas de Vithas en Canarias recuerdan la importancia de la detención temprana y el tratamiento para frenar el incremento de trastornos mentales en la infancia y padolescencia.
“El retroceso a conductas que ya se consideraban superadas en niños, como por ejemplo dormir solo, la intranquilidad o temor ante el hecho de quedarse solo o acudir a un lugar determinado son algunos de los indicios de que los niños o jóvenes pueden presentar problemas de salud mental”, explica Adrián Delgado, psicólogo clínico de Vithas Tenerife y máster en intervención psicológica infantil y juvenil por la Universidad Oberta de Catalunya.
“Las pesadillas o la alta irritabilidad, así como un bajo estado de ánimo general, o el abandono o indiferencia ante actividades que anteriormente le gustaban, son síntomas habituales de este tipo de patologías psicológicas”, destaca Delgado, quien alerta de que en muchas ocasiones los niños y jóvenes que presentan estos síntomas “suelen mostrar reticencias a hablar de ciertos temas, porque les generan malestar o una gran sensación de preocupación, autolesiones o expresión de ideas relacionadas con el suicidio”. Por eso, al detectarlos, es recomendable que los padres acudan a un profesional cualificado para su valoración y orientación adecuada.
Ayuda psicológica para afrontar el bienestar mental de los jóvenes
“En ocasiones, los padres acuden a la consulta de pediatra alarmados por la conducta de sus hijos e incluso con cierta dificultar para ayudarles a expresar y validar sus emociones o buscar el origen de su conducta”, explica la Dra. Idaira Medina, especialista del servicio de pediatría de Vithas Las Palmas, que recuerda que “en estos casos, lo más adecuado es orientar a los familiares y al niño y/o adolescente a acudir a los servicios de salud mental y despejar las dudas o prejuicios que tenga hacia estos para que así puedan compartir, en un ambiente de confianza, cómo se sienten y así vigilar signos de alarma y tratar a tiempo su salud mental”.
Salud mental en la infancia y adolescencia en cifras
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada siete jóvenes, de entre 10 y 19 años, sufre algún trastorno mental en todo el mundo. “Estos datos que resultan alarmantes si tenemos en cuenta que las afecciones de salud mental comprenden estados psicológicos asociados a un elevado grado de discapacidad funcional e incluso la posibilidad de presentar conductas autolesivas. De hecho, según esta organización, el suicidio es la cuarta causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años”, detalla el psicólogo de Vithas Tenerife.
En España, antes de la pandemia provocada por la covid-19, las cifras situaban la prevalencia de trastornos mentales en niños en torno al 10% y en adolescentes en el 20%. Sin embargo, estos datos se han visto agravados durante el periodo de pandemia de covid-19, que provocó un incremento de hasta el 47% en los trastornos mentales en población infantil. En esta misma línea, las cifras en el archipiélago canario también resultan preocupantes, pues más de 3.600 menores de edad fueron atendidos por trastornos mentales por los servicios sanitarios, en concreto en la isla de Gran Canaria, tal y como apunta un estudio publicado recientemente.