El 20% de las mujeres en edad fértil padece anemia ferropénica en España

El 20% de las mujeres en edad fértil padece anemia ferropénica en España

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La anemia por deficiencia de hierro afecta además al 40% de las gestantes y al 15% de los adolescentes

Cansancio, dolor de cabeza, mareos o somnolencia son algunos de los síntomas indicadores de una anemia ferropénica. Una patología que se produce por la deficiencia de hierro, mineral necesario para la formación de hemoglobina que a su vez lleva oxígeno al cerebro. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la carencia de hierro, o ferropenia, es el trastorno nutricional más común y extendido en todo el planeta y afecta a más del 30% de la población mundial, principalmente a niños y mujeres.

La doctora Patricia Martínez Pons, hematóloga del hospital Vithas Castellón, indica las causas más comunes que provocan que las reservas de hierro estén bajas: “Puede ser que se pierdan más hierro y glóbulos rojos de los que crea el cuerpo; que no se consuman suficientes alimentos con hierro o que el cuerpo no pueda absorber bien el hierro que se consume por una enfermedad celíaca, enfermedad de Crohn o una cirugía de derivación gástrica”. 

Según la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), en España el 20 por ciento de las mujeres en edad fértil, cuatro de cada diez gestantes y el 15 por ciento de los adolescentes tiene anemia ferropénica. Además, la doctora Martínez señala que “en la población femenina se puede ver aumentada esta patología debido a los sangrados menstruales abundantes y en las mujeres embarazadas por la demanda incrementada de nutrientes hacia el feto”. En el caso del sangrado menstrual anormal, que es una variación irregular en la frecuencia, cantidad y duración del sangrado, “se sabe que es la segunda causa de consulta ginecológica, -afirma la doctora-. Si la cantidad de hierro que se ingiere no es suficiente para nivelar la que se pierde durante el periodo, se puede sufrir una deficiencia de hierro. Esta a su vez puede causar anemia y evita que los órganos y músculos no reciban suficiente oxígeno. Además, se debilita el sistema inmunológico, lo que dificulta que el organismo pueda combatir las infecciones”.

En general, los síntomas más comunes que indican una baja cantidad en las reservas de hierro en el organismo son debilidad, fatiga, caída de cabello, falta de aire, dolor de cabeza, lapsus en la memoria o en la concentración. “Es recomendable, -subraya la especialista-, normalizar los niveles de hemoglobina con tratamiento farmacológico vía oral o intravenosa y una dieta basada en una alimentación rica en frutas y verduras y que incluya una ración de carne o pescado dos o tres veces por semana”.

Lo más importante es brindar un tratamiento individualizado para cubrir las necesidades del paciente y para corregir el padecimiento de base, “por ejemplo, -comenta la doctora Martínez-, si se cuenta con un sangrado menstrual abundante, acudir al ginecólogo para regularlo o si se detecta que el paciente podría presentar hemorragia en el tracto digestivo como consecuencia de una úlcera péptica, acudir al especialista de digestivo. Es decir, que la anemia en ocasiones puede ser inofensiva o ser resultado de una enfermedad o afección subyacente. Por esta razón es muy importante saber las causas que la provocan
 

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