El consumo de tabaco constituye uno de los principales problemas de salud pública en todo el mundo y es responsable del fallecimiento de unos 6 millones de personas cada año. Está relacionado con más de 25 enfermedades y es el principal responsable del 85% de los casos de cánceres de pulmón, del 75% de las bronquitis crónicas y del 25% de las cardiopatías isquémicas.
El tabaquismo pasivo también afecta considerablemente a la salud: casi la mitad de las muertes por tabaquismo pasivo se dan entre las mujeres.
Según los datos de la última Encuesta Nacional de Salud en España (ENSE) cada vez se fuma menos. El 53% de la población mayor de 15 años afirma que nunca ha fumado; 24% fuma a diario; el 20% se declara exfumador; el 3% es fumador ocasional. Por sexo, el porcentaje de fumadores es del 30% en hombres y del 20% en mujeres.
Desde 1993 a 2012, el porcentaje de población que consume tabaco a diario muestra un continuo descenso, fundamentalmente a expensas de los hombres, siendo el declive en mujeres menos acusado. Así, se estima, en las previsiones a medio y largo plazo, que las enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco tendrán la misma incidencia entre hombres y mujeres.
El Dr. Francisco José Roig, responsable del Programa de deshabituación tabáquica del Hospital Vithas Madrid Aravaca, señala que el número de fumadores aún es elevado. “Los anuncios de la industria tabacalera, las ofertas y otras actividades de promoción del tabaco, influyen en gran medida en nuestra sociedad. Los estudios demuestran que los jóvenes que ven a los actores fumando en las películas tienen una probabilidad mayor de comenzar a fumar.” Una influencia más reciente es el uso del cigarrillo electrónico y otros dispositivos electrónicos de alta tecnología para vapear (vaping) que están muy de moda.
Dejar de consumir tabaco o reducir su consumo causa síntomas de abstinencia tanto físicos como mentales, causados por la nicotina, sustancia responsable de la adicción fisiológica y del síndrome de abstinencia. Esta abstinencia no representa un peligro, aunque los síntomas pueden ser incómodos. Por lo general, se presentan unas horas después del último cigarro y alcanzan su mayor intensidad aproximadamente dos/tres días más tarde, cuando la mayor parte de la nicotina y sus derivados ya no están en el organismo. Estos síntomas pueden durar desde días hasta varias semanas, y se van aliviando progresivamente.
En la consulta para deshabituación tabáquica del Hospital Vithas Madrid Aravaca, el Dr. Roig realiza tratamientos contra el tabaquismo que varían en función de cada fumador y dependen de su motivación para abandonar el consumo del tabaco. Aquellos que estén dispuestos a dejar de fumar reciben dos tipos de intervención: una, encaminada a combatir la dependencia psíquica; y otra, que alivie la dependencia física por la nicotina.
Lo que la evidencia científica señala como realmente útil para dejar de fumar
El Dr. Francisco José Roig señala tratamientos y actuaciones que presentan elevados índices de abandono del tabaquismo y otros que resultan ineficaces tras ser evaluados científicamente.
- El consejo breve para dejar de fumar dado por un médico de atención primaria durante una consulta de rutinaaumenta el número de fumadores que dejan el tabaco durante al menos seis meses.
- Acceder a consejo telefónico y recursos para dejar de fumar aumenta las tasas de abandono del hábito.
- El apoyo conductual con múltiples sesiones de asesoramiento individual o en grupo ayuda a dejar de fumar. Cuanto más intenso es el contacto terapeuta-paciente, más posibilidades existen de conseguir abandonar el consumo.
- Las Terapias de Sustitución de la Nicotina (TSN) ayudan a dejar de fumar. Todas las formas de TSN son similarmente efectivas y su elección deberá basarse en la susceptibilidad a los efectos adversos, la preferencia del paciente y la disponibilidad. La TSN puede utilizarse para ayudar a reducir la cantidad de tabaco consumido, durante la preparación para intentar abandonar el consumo.
- La vareniclina y el bupropión son fármacos corrientemente usados en las consultas de tabaquismo y constituyen ayudas eficaces para dejar de fumar, aunque la primera es más eficaz que el segundo, más incluso que los parches de nicotina.
- La nortriptilina, un antidepresivo tricíclico, también puede ser eficaz para cesar este hábito en determinados grupos de pacientes.
- En el caso de mujeres embarazadas fumadoras y consumidores de cigarrillos electrónicos, el Dr. Roig recomienda las terapias psicológicas conductuales.
- La acupuntura y la hipnoterapia no han demostrado ayudar a dejar de fumar por encima del efecto del placebo.
- Las intervenciones de autoayuda (genéricas, preimpresas, materiales escritos o en línea con consejos sobre métodos para dejar de fumar) ofrecidas sin apoyo personal presentan un efecto escaso sobre las tasas de abandono del consumo. Su impacto es menor y menos seguro que las intervenciones cara a cara.