Expertos de Vithas advierten que los infartos cerebrales “pequeños y silenciosos” pueden provocar un deterioro cognitivo

• Para conmemorar el Día Mundial de Ictus, los familiares y pacientes de Irenea, Instituto de Rehabilitación Neurológica de Vithas Sevilla, han celebrado un encuentro para intercambiar impresiones y compartir deseos
• Los infartos cerebrales “pequeños” o microictus, pueden incluir dificultades en el habla, debilidad en los brazos o piernas, problemas de visión o confusión mental y, si se producen de forma repetida, pueden llegar a afectar a las funciones cognitivas
• El próximo 6 de noviembre, a las 18:00 horas, el Hospital Vithas Sevilla acogerá un Aula Salud gratuita para destacar el papel de la terapia ocupacional en la recuperación de los pacientes de ictus

Dentro de las actividades de concienciación por el Día Nacional del Daño Cerebral y el Día Mundial del Ictus, que cada año se conmemoran el 26 y  el 29 de octubre respectivamente, los expertos de Irenea, Instituto de Rehabilitación Neurológica de Vithas Sevilla, han llevado a cabo una serie de actividades para concienciar sobre la importancia de los procesos de neurorrehabilitación y el papel que juegan las familias y la sociedad en la readaptación de los pacientes. Además, a la concienciación social, desde el equipo de especialistas en neurorrehabilitación se ha hecho hincapié en la necesidad de formar en la detección temprana de los ictus y microictus, los cuales pueden provocar un deterioro cognitivo progresivo. 

En concreto, los microictus y los infartos lacunares pueden contribuir al desarrollo de un trastorno neurocognitivo, habitualmente conocido como demencia, y que ambas entidades son silentes y más comunes que los ictus más grandes, que sí provocan síntomas.

Según explica la Dra. Belén Moliner, directora médica de Irenea, “los infartos lacunares, que afectan a las pequeñas arterias del cerebro, pueden causar daño cerebral y, si se producen repetidamente, aumentan el riesgo de un deterioro cognitivo a largo plazo, ya que estos eventos isquémicos pueden interrumpir el suministro de sangre y oxígeno a áreas cerebrales específicas, lo cual puede afectar las funciones cognitivas. También hay que tener en cuenta que la enfermedad cerebral vascular es una dolencia “silenciosa”, que presenta la persona durante muchos años, como consecuencia de pequeños ictus, que pasan desapercibidos y no suelen dar clínica sintomática, pero al repetirse en el tiempo, pueden tener un efecto acumulativo en el cerebro y afectar a una zona cerebral ya más grande, por lo que se empiezan a detectar consecuencias clínicas, en forma de alteraciones cognitivas o de conducta”.

Estos eventos pueden ser subdiagnosticados y subtratados y, en muchos casos, la enfermedad se destapa cuando aparece un ictus más grande y se diagnostica en una prueba de neuroimagen y/o a nivel clínico, ya que “algunos de los síntomas con los que podemos detectarlos pueden incluir dificultades en el habla, debilidad en los brazos o piernas, problemas de visión o confusión mental, pero al ser transitorios pasan desapercibidos y rara vez las personas buscan atención médica inmediata”, puntualiza la Dra. Myrtha O’Valle, directora de Irenea, Instituto de Rehabilitación Neurológica en Vithas Sevilla.

Las causas de estos pequeños ictus relacionadas con la demencia vascular son múltiples. Por ello, inciden desde Vithas Sevilla que la detección temprana y el tratamiento de los factores de riesgo vascular, como la hipertensión arterial, la diabetes y el colesterol alto, son claves para reducir su incidencia. Por ello, un estilo de vida saludable que incluya una dieta equilibrada, ejercicio regular y la abstinencia de hábitos tóxicos como el alcohol y el tabaco, también puede desempeñar un papel fundamental en la prevención de estos episodios cerebrovasculares.

Por otro lado, puntualiza la Dra. Moliner, “en el caso de aquellas personas que ya han sufrido un ictus, el riesgo de sufrir un segundo accidente cerebrovascular aumenta considerablemente por lo que, además de estos cambios de vida saludable y de hábitos dietéticos, deberán seguir un tratamiento farmacológico adecuado y estar estrechamente controlados por su médico para evitarlo”.

Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), cada año, unas 120.000 personas padecen un ictus en España, de los que la mitad quedan con secuelas discapacitantes o fallecen y se prevé que, en 2050, se convierta en una “epidemia mundial”[1], que podría prevenirse con un estilo de vida saludable.

Aula Salud sobre terapia ocupacional

Para continuar la promoción de los hábitos saludables así como la importancia de seguir un proceso de neurrehabilitación tras un ictus, el próximo 6 de noviembre el equipo de Irenea en Vithas Sevilla llevará a cabo un Aula Salud titulada "Terapia ocupacional, pieza clave en la rehabilitación funcional del paciente neurológico". El encuentro, abierto a todo el público interesado, tendrá lugar en el salón de actos del Hospital Vithas Sevilla a las 18:00 horas.

Dirigido por la Dra. Myrtha O’Valle, el coloquio busca dar a conocer la labor de la terapia ocupacional para la adaptación social de los pacientes con discapacidad cognitiva, física o conductual.  Así, en palabras de la especialista, la terapia ocupacional “es la mejor forma de dotar a la persona que sufre una discapacidad cognitiva, como consecuencia de una lesión cerebral, de una mayor independencia, funcionalidad y autonomía personal a través del desarrollo de técnicas y métodos que buscan lograr el máximo nivel de participación e integración de la persona en su día a día, e incluso, le enseñan a vivir con una limitación”.

Las personas interesadas pueden inscribirse de forma gratuita en el correo electrónico comunicación.sevilla@vithas.es

[1] https://www.thelancet.com/commissions/global-burden-stroke