El doctor Augusto Zafra, responsable de la unidad de desintoxicación del Hospital Vithas Aguas Vivas, ha defendido que se potencie “un uso saludable” de las tecnologías. El profesional ha indicado que es necesario establecer pautas que cumplan todos los miembros de la familia y establecer límites de tiempo de uso de la tecnología
El doctor Augusto Zafra, responsable de la unidad de desintoxicación y patología dual del Hospital Vithas Aguas Vivas, ha asegurado que la familia y los centros educativos tienen un “papel fundamental” a la hora de regular “el tiempo de uso de las tecnologías por parte de los niños” y orientarlos “hacia la toma de conciencia de un uso saludable”.
El doctor Zafra ha recordado que "un abuso en el tiempo de pantalla a una edad temprana afecta al neurodesarrollo de los niños. Como muestra, aquellos niños que comienzan a utilizar pantallas en edades tempranas de vida tienen riesgo de desarrollo de dificultades en la autorregulación emocional, problemas atencionales y comportamientos de corte impulsivo”.
Así, ha aconsejado a los padres que inculquen a sus hijos desde una temprana edad “el uso correcto de la tecnología, desde unos valores que implican que las ‘pantallas’ no son juguetes y que deben utilizarse cuidadosamente. Esto genera algo fundamental, una cultura y una normalización de un manejo adecuado de la tecnología en el entorno familiar”.
“Instruir a los niños acerca de los límites y aplicarlos desde una edad temprana les ayudará a tener una relación saludable con la tecnología a lo largo de su vida”, ha manifestado. “No se trata de infundir temor sobre la tecnología, sino colocar límites sanos para aprovechar sus beneficios, sin traspasar líneas peligrosas, que pueden suponer un riesgo en el neurodesarrollo y de la salud mental del menor”, ha insistido.
En este sentido, ha aconsejado a los padres que se asesoren por profesionales y que siempre busquen “un equilibrio entre la proporción y los límites, desde una aplicación de normas claras, aunque flexibles del uso de la tecnología que contemplen excepciones justificadas”.
El doctor Zafra ha comentado que es “inexcusable establecer unas reglas de juego en el núcleo familiar que sean respetadas por todos los convivientes, para generar una cultura de uso en el entorno íntimo de la casa”. Entre los ejemplos, ha destacado que “dejar de interaccionar con el teléfono antes de la hora de cenar, y que los dispositivos de conexión no pasen la frontera del dormitorio es fundamental para una interiorización eficaz y sostenida del uso adecuado de la tecnología en el menor”. También ha apuntado que “es imprescindible pactar límites específicos de tiempo para las actividades tecnológicas”.
Los padres, ha señalado, “deben facilitar un canal de comunicación desde la confianza y la empatía con los hijos. Proporcionar una interacción abierta y efectiva de todas las personas que forman el núcleo familiar ayuda a que los hijos busquen el apoyo del adulto cuando sean testigos de ciberacoso o de cualquier otra situación potencialmente peligrosa en las redes sociales”.
También ha recordado que algunos niños pueden tener dificultades para conectarse con sus compañeros cara a cara, por lo que “fomentar amistades en la vida real y ayudarles a desarrollar habilidades sociales podrá contribuir a reducir el abuso del tiempo en las tecnologías”.
El papel de las escuelas
El doctor Augusto Zafra ha reconocido que la digitalización “es una herramienta fundamental y necesaria” en los sistemas educativos, aunque ha recalcado que “el asesoramiento del docente debe ir de la mano de una formación específica técnica y profesionalizada, ya que no se trata únicamente de educar al menor según lo que cada adulto considere o entienda lo que significa un uso adecuado la tecnología”.
Las escuelas tienen entre sus funciones más importantes “preparar a los estudiantes para una evolución sana hacia la edad adulta para lograr un adecuado desarrollo madurativo”. Sin embargo, la evolución de la sociedad “demanda en el sistema educativo una labor preventiva como es inculcar hábitos saludables, mejorar la autorregulación emocional, conformar unas dimensiones de personalidad estable y dotar de conciencia social en esa franja de edad en la que la persona es más vulnerable y que va desde los 5 a los 16 años”.
Sin embargo, “y a fecha de hoy, la inclusión de programas de prevención de una salud mental en el entorno educativo es una asignatura pendiente”. Así pues, el doctor Zafra ha defendido aplicar programas estructurados de promoción para la salud mental en tres pilares fundamentales: los trastornos de conducta alimentarias, las adicciones y el uso de la tecnología y redes sociales” ya que se trata de “asuntos de salud de primer nivel y su no aplicación a fecha de hoy dará lugar a una eclosión de problemas psicológicos en la edad adulta de los niños de ahora”.
“Alentar a los padres y educadores acerca de los límites del uso de tecnologías en los niños puede marcar la diferencia en el desarrollo saludable y el buen desarrollo evolutivo y funcional de los niños de hoy”, ha concluido el doctor Zafra.
