- El Hospital Vithas Las Palmas cuenta con varias opciones médicas o quirúrgicas para su tratamiento, entre las que destaca la toxina botulínica de tipo A
- Esta patología afecta del 1 al 5% de la población y cuenta con un importante componente genético
Hiperhidrosis: cuando el sudor excesivo provoca angustia. El sudor es un proceso fisiológico normal destinado a controlar la temperatura corporal. Pero si existe una sudoración excesiva, no siempre relacionada con el calor o el ejercicio (es decir, si las temperaturas son moderadas o cuando el cuerpo está en reposo), se trata de una condición denominada hiperhidrosis.
Esta patología se estima que afecta del 1 al 5% de la población. Generalmente se trata de personas sanas que suelen comenzar a padecer este trastorno al inicio en la pubertad. No obstante, su mayor impacto se produce hacia los veinte o treinta años, explica la doctora Rosmary Martín, especialista en dermatología médico-quirúrgica y venereología del Hospital Vithas Las Palmas.
Puede ser una condición crónica sin causa conocida. En este caso se denomina primaria, o debida a causas médicas o medicamentosas, lo que se considera una hiperhidrosis secundaria, por lo que requiere valoración médica para precisar su diagnóstico.
“Cuando la hiperhidrosis primaria está localizada se denomina hiperhidrosis focal primaria. Se produce generalmente en las axilas, palmas y plantas. También es posible que aparezca en otras localizaciones, como la cara o el cuero cabelludo. Se considera que en la hiperhidrosis primaria hay un importante componente genético. Y es que el proceso tiende a afectar a familias enteras (los antecedentes familiares son evidentes entre el 30 y el 50% de los casos)”, asegura la doctora Martín.
Sudor excesivo
En la hiperhidrosis primaria hay algunos factores pueden contribuir a los brotes de sudor excesivo. Entre los mismos se encuentran la ansiedad o nerviosismo en relación con una situación, encuentro o suceso concreto, los cambios en el estilo de vida o las alteraciones en el estado de salud general. El incremento de peso, el consumo de alcohol, o de algún medicamento o droga y los cambios de clima o de temperatura, como la llegada del verano, son otros condicionantes.
La hiperhidrosis secundaria, por su parte, se produce por una enfermedad subyacente. También aparece al tomar ciertos medicamentos, como analgésicos, antidepresivos y algunos medicamentos hormonales y para la diabetes.
En cualquiera de los casos, esta patología se acompaña de un importante impacto en el plano social y emocional. Y es que tener las manos húmedas o mojadas y la ropa empapada por el sudor puede producir vergüenza, afectando a la capacidad de socialización, la búsqueda de trabajo o los objetivos educativos.
Aliviar la angustia
“Tenemos algunas opciones terapéuticas médicas o quirúrgicas que pueden ayudar al paciente a aliviar los síntomas angustiosos de la hiperhidrosis. Con ellas es posible normalizar su nivel de sudoración, aunque difieren en cuanto a efectos secundarios y duración de la eficacia. Por ello es fundamental la valoración médica para considerar el diagnóstico y el tratamiento más adecuado”, detalla la dermatóloga.
Entre las opciones de tratamiento dermatológico disponibles en el Hospital Vithas Las Palmas destacan las siguientes:
-Toxina botulínica de tipo A: se considera de las mejores opciones para el tratamiento de la hiperhidrosis axilar, también factible en palmas de las manos y plantas de los pies.
-Iontoforesis (tratamiento eléctrico): es un método que introduce iones en la piel a través de una corriente eléctrica desconectando temporalmente a las glándulas sudoríparas.
-Fármacos anticolinérgicos: es un tratamiento sistémico que se ha estado utilizando predominantemente para el tratamiento de la hiperhidrosis secundaria en casos muy excesivo y bajo estricto control médico.
Algunas medidas que pueden contribuir a minimizar el problema son evitar las comidas especiadas, el alcohol y el café. También es útil no exponerse de forma directa al sol, usar ropas de fibras naturales como el algodón de colores claros o muy oscuros para ocultar los signos de sudoración y usar forros protectores para axilas.