La matronatación favorece la socialización del bebé y su predisposición al aprendizaje

La matronatación favorece la socialización del bebé y su predisposición al aprendizaje

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• A diferencia de la natación, la matronatación no implica que el niño deba aprender a nadar, sino que es una forma de acostumbrarle al medio acuático • Aumenta la resistencia cardiorrespiratoria, facilita el desarrollo de su coordinación motriz y refuerza los vínculos afectivos con sus padres

La natación es una de las actividades físicas más completas para el cuerpo y la mente tanto en niños como adultos, ya que se trata de una disciplina deportiva que abarca en un solo ejercicio beneficios cardiovasculares, musculares y resistencia física. Sin embargo, algunos padres se preguntan cuándo es la edad recomendable para que su hijo comience a practicar este tipo de disciplina deportiva.

El doctor Fernando Baixauli, pediatra del hospital Vithas Castellón, Vithas Valencia Consuelo y Vithas Valencia 9 de Octubre, comenta los múltiples beneficios para el desarrollo psicomotor del niño pero hace especial hincapié en diferenciar dos términos: la matronatación y la natación. Tal como explica el especialista, “la matronatación es el desarrollo de actividades acuáticas con bebés previas a la natación formal, y es apta para niños menores de tres años, pues este ejercicio no implica, -a diferencia de la natación-, que el niño deba aprender a nadar, sino que es una forma de acostumbrase al medio acuático, favorecer el desarrollo de su coordinación motriz y reforzar los vínculos afectivos con sus padres”, y agrega, “además,  no se debe  llevar al bebé a la piscina antes de los  5 meses, ya que es a esa edad cuando el sistema inmunológico empieza a estar más desarrollado”. Respecto a la natación, el especialista afirma que “lo ideal es que inicien los cursos de natación sobre los 4-5 años, que es la edad que muscularmente y en cuanto a coordinación psicomotriz están preparados para hacerlo. Si durante los años previos ya han ido a la piscina y están acostumbrados al agua, es mejor”.

“Para los bebés, -subraya el profesional-, el sumergirse en el agua no supone un momento traumático, pues han estado durante nueve meses de gestación en un líquido similar”. Sería a partir de los tres o cuatro años cuando el niño tiene la autonomía suficiente para aprender las técnicas de natación y su aparato locomotor está lo suficientemente desarrollado como para lograr que el niño nade de forma autónoma sin el progenitor en el agua y vigilado por un monitor.

Los beneficios físico-emocionales que aporta la matronatación en los bebés son múltiples. “Le ayuda a relajarse, dormir mejor y sentirse más seguro porque aprenderá a flotar, y por lo tanto se siente más libre y empieza a moverse, lo que favorecerá a su coordinación motriz. Además, aumentará el nivel de seguridad: el aprender a flotar y girarse, le dotará de un plus de seguridad para ganar tiempo ante una caída accidental a una piscina”, explica el doctor Baixauli. “Por otra parte, -agrega-, es un extraordinario ejercicio de fisioterapia cardiorrespiratoria, mejorando su oxigenación y circulación sanguínea. A nivel de psicomotricidad hará que su coordinación mejore, y que comience a tener nociones de distancia y desplazamiento y al ser una actividad de contra resistencia pasiva con el agua, con poco esfuerzo logrará que el bebé fortalezca su musculatura”.

El estar dentro del agua junto a sus padres y otros niños tiene beneficios en el plano emocional. Según el profesional “empiezan a socializar fuera del ámbito familiar y refuerza el vínculo de confianza con sus padres. También, al estimular la capacidad de juego, en un futuro son niños más predispuestos a aprender”.

En cuanto a las precauciones a tomar, el doctor Baixauli puntualiza “lo principal es saber que es a partir de los cuatro meses cuando se puede llevar al niño a piscinas siempre habilitadas y que cumplan todas las medidas higiénicas como el control del cloro, y  hacerlo de forma progresiva, es decir, empezando las primeras veces con 5/ 10 minutos hasta llegar más adelante a los  30/40  minutos máximo y los padres también deben saber que a pesar de los múltiples beneficios de la matronatación, en ocasiones los bebes pueden padecer de hiperhidratación por la excesiva ingesta de agua, conjuntivitis debido al cloro de la piscina o alguna infección como hongos o diarreas”. Además, hay que tener en consideración una serie de factores como “elegir un horario en el que no le toque comer o dormir o  que no esté cansado ni resfriado y evitar las comparaciones con otros niños, ya que cada uno tiene un ritmo de progreso”.

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