· El uso continuado de tacones influye en que padezcan esta patología un gran número de mujeres · Es fundamental marcar al paciente una rutina de ejercicios de estiramiento y de fortalecimiento pautados por un fisioterapeuta o un traumatólogo
Según publica la revista de la Sociedad Española de Traumatología y Cirugía Ortopédica (número 63 / SECOT), la fascitis plantar se ha convertido en una de las causas más frecuentes de dolor del pie en el adulto. Una patología que se presenta clínicamente como una dolencia en la apofisis interna de la tuberosidad del calcáneo, justo en la inserción proximal de la fascia plantar. Afecta a un 10% de la población con mayor prevalencia entre los 40 y 60 años de edad.
Se trata de una patología muy dolorosa y larga cuyo tiempo medio de recuperación no acostumbra a bajar de los diez meses, sin embargo, el tratamiento adecuado y pautado por un profesional, implica una curación dehasta el 90% de los pacientes según la Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología (SECOT).
Tal como explica el doctor Goncalves, traumatólogo del Hospital Vithas Valencia Consuelo, “el síntoma principal es un dolor agudo en la zona interna del talón que es la zona de inserción de la fascia plantar, ya que se trata de una inflamación del tejido fibroso a lo largo de la parte inferior del pie que conecta el hueso del talón con los dedos de los pies”.
El especialista subraya qué factores son más propicios en generar esta patología, “las personas que padecen obesidad, o las embarazadas que ganan mucho peso en poco tiempo, o los pacientes con mucho puente (pie cavo), o poco puente (pie plano) tienen más posibilidades de padecer fascitis plantar, al igual que los runners que corren largas distancias, o los atletas y futbolistas, o las mujeres con el tendón de Aquiles tenso o corto”.
Otro factor importante que agudiza esta patología es el uso de calzado inadecuado. Según el doctor Goncalves, “una de las causas que produce más acortamiento de la cadena tendinosa y muscular posterior generalmente en una mujer, es el uso continuado de zapatos de tacón. Por ello es muy importante alternar el calzado de tacón alto con zapatos mucho más planos para evitar que la musculatura de la pierna se acostumbre a la altura del tacón y se acorte”, y agrega “yo recomiendo el uso de calzado blando y mullido con una forma anatómica que ayude a la marcha y sobre todo que obligue a estirar el Aquiles y limitar sobre todo el uso de chanclas y zapatos con suelas muy duras”.
El objetivo principal del tratamiento debe ser disminuir la tensión de la fascia, lo que eliminara la inflamación y la contractura de inserción generada en la fascia plantar. Para ello, tal como indica el especialista, “es fundamental marcar al paciente una rutina de ejercicios de estiramiento y fortalecimiento pautados por un fisioterapeuta o un traumatólogo que pueden ayudar a que el ligamento se vuelva más flexible y puedan fortalecer los músculos que sostienen el arco del pie, y reducir a su vez la tensión sobre el ligamento”. Respecto a la práctica del deporte, el precalentamiento y estiramientos previos pueden disminuir las probabilidades de lesiones y de inflamación.
“Estos ejercicios, -comenta el profesional-, cuando se combinan con otras medidas como descansar, perder peso en el caso de exceso, evitar actividades que empeoran el dolor en el talón, usar plantillas, aplicarse hielo o tomar los analgésicos adecuados, logran aliviar el dolor en el talón”, y añade “se trata de unos hábitoscorrectos sobre estiramientos y sobre el uso de calzado que, incluso, pueden completarse con un correcto estudio biomecánico de la marcha o la pisada para valorar si la causa de la fascitis tiene relación con la forma de pisar del paciente”.
Respecto a la cirugía para la fascitis plantar, que implica cortar parte del ligamento de la fascia plantar para liberar la tensión y aliviar la hinchazón, el doctor Goncalves indica “más del 90% de los pacientes no la requerirán si siguen las indicaciones de un profesional, por lo tanto, yo la recomiendo sólo en casos muy extremos que no mejoren incluso tras infiltraciones o tratamientos con ondas de choque y que impliquen una disminución importante en la calidad de vida del paciente. En estos casos se podría realizar una cirugía ecoguiada mínimamente invasiva”.
Según publica la revista de la Sociedad Española de Traumatología y Cirugía Ortopédica (número 63 / SECOT), la fascitis plantar se ha convertido en una de las causas más frecuentes de dolor del pie en el adulto. Una patología que se presenta clínicamente como una dolencia en la apofisis interna de la tuberosidad del calcáneo, justo en la inserción proximal de la fascia plantar. Afecta a un 10% de la población con mayor prevalencia entre los 40 y 60 años de edad.
Se trata de una patología muy dolorosa y larga cuyo tiempo medio de recuperación no acostumbra a bajar de los diez meses, sin embargo, el tratamiento adecuado y pautado por un profesional, implica una curación dehasta el 90% de los pacientes según la Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología (SECOT).
Tal como explica el doctor Goncalves, traumatólogo del Hospital Vithas Valencia Consuelo, “el síntoma principal es un dolor agudo en la zona interna del talón que es la zona de inserción de la fascia plantar, ya que se trata de una inflamación del tejido fibroso a lo largo de la parte inferior del pie que conecta el hueso del talón con los dedos de los pies”.
El especialista subraya qué factores son más propicios en generar esta patología, “las personas que padecen obesidad, o las embarazadas que ganan mucho peso en poco tiempo, o los pacientes con mucho puente (pie cavo), o poco puente (pie plano) tienen más posibilidades de padecer fascitis plantar, al igual que los runners que corren largas distancias, o los atletas y futbolistas, o las mujeres con el tendón de Aquiles tenso o corto”.
Otro factor importante que agudiza esta patología es el uso de calzado inadecuado. Según el doctor Goncalves, “una de las causas que produce más acortamiento de la cadena tendinosa y muscular posterior generalmente en una mujer, es el uso continuado de zapatos de tacón. Por ello es muy importante alternar el calzado de tacón alto con zapatos mucho más planos para evitar que la musculatura de la pierna se acostumbre a la altura del tacón y se acorte”, y agrega “yo recomiendo el uso de calzado blando y mullido con una forma anatómica que ayude a la marcha y sobre todo que obligue a estirar el Aquiles y limitar sobre todo el uso de chanclas y zapatos con suelas muy duras”.
El objetivo principal del tratamiento debe ser disminuir la tensión de la fascia, lo que eliminara la inflamación y la contractura de inserción generada en la fascia plantar. Para ello, tal como indica el especialista, “es fundamental marcar al paciente una rutina de ejercicios de estiramiento y fortalecimiento pautados por un fisioterapeuta o un traumatólogo que pueden ayudar a que el ligamento se vuelva más flexible y puedan fortalecer los músculos que sostienen el arco del pie, y reducir a su vez la tensión sobre el ligamento”. Respecto a la práctica del deporte, el precalentamiento y estiramientos previos pueden disminuir las probabilidades de lesiones y de inflamación.
“Estos ejercicios, -comenta el profesional-, cuando se combinan con otras medidas como descansar, perder peso en el caso de exceso, evitar actividades que empeoran el dolor en el talón, usar plantillas, aplicarse hielo o tomar los analgésicos adecuados, logran aliviar el dolor en el talón”, y añade “se trata de unos hábitoscorrectos sobre estiramientos y sobre el uso de calzado que, incluso, pueden completarse con un correcto estudio biomecánico de la marcha o la pisada para valorar si la causa de la fascitis tiene relación con la forma de pisar del paciente”.
Respecto a la cirugía para la fascitis plantar, que implica cortar parte del ligamento de la fascia plantar para liberar la tensión y aliviar la hinchazón, el doctor Goncalves indica “más del 90% de los pacientes no la requerirán si siguen las indicaciones de un profesional, por lo tanto, yo la recomiendo sólo en casos muy extremos que no mejoren incluso tras infiltraciones o tratamientos con ondas de choque y que impliquen una disminución importante en la calidad de vida del paciente. En estos casos se podría realizar una cirugía ecoguiada mínimamente invasiva”.
