- Según la American Heart Association en colaboración con la American Stroke Association (Asociación Americana del Corazón y del Ictus), en su última declaración científica, señala que más de la mitad de las personas que sobreviven a un ictus manifiestan deterioro cognitivo en el plazo de un año y que una de cada tres personas puede desarrollar demencia en los siguientes cinco años
- Los expertos de Irenea, Instituto de Rehabilitación Neurológica de Vithas, señalan la importancia de la atención temprana como solución para minimizar el impacto de estas cifras en las familias andaluzas y en los costes comunitarios sociales y sanitarios de la comunidad.
- Vithas cuenta con un Programa Integral de Atención al Ictus que consigue disminuir la discapacidad de las personas que han sufrido un ictus en todas las áreas, con mejorías en más del 40% de los casos con problemas cognitivos, dificultades emocionales y en el riesgo de caídas, y en más del 30% en problemas de movilidad global, actividades de la vida diaria y conducta
Ante la nueva declaración científica de la Asociación Americana del Corazón, que señala que más de la mitad de las personas que sobreviven a un ictus manifiestan deterioro cognitivo en el plazo de un año, y que una de cada tres personas que sufre un ictus puede desarrollar demencia en los siguientes cinco años[1] , los expertos de Irenea, Instituto de Rehabilitación Neurológica de Vithas, resaltan la importancia de una atención temprana y multidisciplinar para minimizar su impacto, no solo en el entorno familiar sino también comunitario, por los costes que supondrá a nivel sanitario y social.
“La declaración científica de la American Heart Association es un análisis de expertos acerca de las investigaciones actuales y suele tomarse como base para definir pautas futuras y nuevas líneas de investigación. Si trasladamos los datos que aporta a casos de nuestro entorno más cercano se traducen, solo en Andalucía, teniendo en cuenta que en 2022 se registraron casi 18.000 ictus, que este año 9.000 andaluces tendrán un deterioro cognitivo, y 6.000 de ellos podrían desarrollar una demencia de aquí a 2027”, explica el Dr. Enrique Noé, director de investigación de Irenea, Instituto de Rehabilitación Neurológica de Vithas y secretario de la IBIA (International Brain Injury Association).
Ante estas cifras, la Asociación Americana del Corazón recomienda realizar estudios de detección posteriores al ictus y adoptar un abordaje de atención integral e interdisciplinaria para brindar apoyo a quienes han sobrevivido a un ictus y presentan deterioro cognitivo. Para ello, consideran que será necesaria la colaboración interdisciplinaria entre profesionales de atención de la salud, como médicos, logopedas, terapeutas ocupacionales, neuropsicólogos y profesionales de enfermería para brindar atención y control óptimos a las personas que experimentan deterioro cognitivo después de un ataque cerebral.
Según el doctor Noé, en su amplia experiencia en investigación y rehabilitación de personas que han sufrido un accidente cerebrovascular, el deterioro cognitivo suele aparecer en casi la mitad de los casos y, normalmente, sucede al poco tiempo sufrirlo. Además, tal y como señalan los datos de este artículo, aunque la mayoría de las personas que sufren un ictus tienen esta secuela de forma leve y recuperan sus funciones cognitivas, en un alto porcentaje este déficit es moderado o grave y les afecta en su vida cotidiana. Sin olvidar, puntualiza el neurólogo, que “el deterioro cognitivo suele asociarse también con otros problemas derivados del accidente cerebrovascular que multiplican la severidad de la discapacidad como por ejemplo problemas motores o de conducta, trastornos del sueño, o depresión y otros cambios emocionales”.
“Cuando una persona que ha sufrido un ictus llega a Irenea en el Hospital Vithas Sevilla, lo primero que hacemos es realizarle una evaluación de su situación funcional y comenzamos lo antes posible un tratamiento temprano, individualizado, intensivo e interdisciplinar, con especialistas de neuropsicología y psicología clínica, logopedia, fisioterapia, terapia ocupacional, ortoprotesis, nutrición y trabajo social. Todo ello entra dentro de nuestro Programa Integral de Atención al Ictus gracias al que nuestros pacientes, según los datos que recabamos, consiguen disminuir la discapacidad en todas las áreas, con mejorías en más del 40% de los casos con problemas cognitivos, dificultades emocionales y en el riesgo de caídas, y en más del 30% en problemas de movilidad global, actividades de la vida diaria y conducta”, asegura el Dr. Joan Ferri, director general de Irenea, Instituto de Rehabilitación Neurológica de Vithas y Presidente de la Sociedad Española de Neurorrehabilitación (SENR).
[1] [1] https://www.ahajournals.org/doi/abs/10.1161/STR.0000000000000430?af=R