- Existe el riesgo de prescribir graduaciones innecesarias que, a largo plazo, pueden favorecer la progresión hacia una miopía permanente
- Los especialistas recomiendan realizar revisiones oftalmológicas anuales desde la infancia y adoptar hábitos que favorezcan la relajación visual
El equipo de Oftalmología del Hospital Vithas Valencia Turia, integrado en el Instituto Oftalmológico Vithas (INOV), alerta sobre el aumento de jóvenes diagnosticados erróneamente con miopía, cuando en realidad presentan un trastorno funcional del sistema visual conocido como espasmo de acomodación.
Esta alteración, que no implica cambios anatómicos permanentes en el globo ocular (como sí que ocurre en la miopía), puede simular los síntomas de la miopía estructural y llevar a tratamientos innecesarios. Se trata de una alteración estrechamente ligada al uso intensivo de dispositivos electrónicos y a la sobreexposición a pantallas desde edades tempranas.
Según explica el jefe de Oftalmología del Hospital Vithas Valencia Turia, Dr. Javier Montero, “durante la adolescencia, el ojo humano es especialmente vulnerable a los efectos del enfoque prolongado a corta distancia, como ocurre al usar teléfonos móviles, tabletas u ordenadores durante largos periodos de tiempo. Esto puede desencadenar espasmos de acomodación que causan visión borrosa o dificultad para enfocar de lejos, confundiendo al clínico no especializado”.
El diagnóstico diferencial es esencial
En este sentido, el Dr. Montero afirma que “el diagnóstico diferencial resulta esencial”. Solo una evaluación oftalmológica completa que incluya pruebas bajo cicloplejia, una técnica que emplea colirios para bloquear temporalmente la acomodación ocular, permite diferenciar entre una verdadera miopía y una pseudomiopía o falsa miopía.
“Sin pruebas ciclopléjicas existe un riesgo real de prescribir gafas innecesarias, lo que puede inducir o consolidar una miopía permanente en pacientes predispuestos”, advierte el Dr. Montero.
De hecho, estudios recientes señalan que hasta un 45% de los casos de miopía en menores de 40 años podrían estar sobrediagnosticados si no se realiza esta valoración bajo cicloplejia.
Detección precoz y hábitos saludables
La detección precoz es clave para evitar complicaciones visuales y garantizar un desarrollo sano del sistema ocular. Por este motivo, los especialistas del Hospital Vithas Valencia Turia recomiendan realizar revisiones oftalmológicas anuales desde la infancia, especialmente en casos de sospecha clínica o cuando existen antecedentes familiares de miopía.
Junto a ello, es fundamental adoptar hábitos que favorezcan la relajación visual y reduzcan la carga acomodativa, como aplicar la regla 20-20-20 (cada 20 minutos, mirar a 6 metros -20 pies-, durante 20 segundos); evitar el uso de pantallas en la última hora antes de dormir; pasar al menos dos horas diarias al aire libre, ya que se ha demostrado que reduce hasta un 20% el riesgo de desarrollar miopía en niños, y mantener una distancia adecuada (35-40 cm.) respecto a pantallas o libros, asegurando una buena iluminación ambiental.
Un fenómeno global al alza
Según proyecciones internacionales publicadas en la revista médica Ophtalmology, en torno al 50% de la población mundial podría ser miope en el año 2050 si persisten las tendencias actuales, principalmente debido al estilo de vida digital y la reducción del tiempo al aire libre en la infancia.
“Los trastornos de acomodación suponen un desafío creciente en la salud visual de las nuevas generaciones. Solo a través de revisiones oftalmológicas rigurosas y la adopción de hábitos saludables podremos prevenir diagnósticos erróneos y proteger eficazmente la visión en la era digital”, señala el Dr. Montero.