- Oriol, uno de los pocos niños con Síndrome de Angelman en la Comunitat Valenciana, ha logrado avances significativos en su movilidad y comunicación gracias a la neurorrehabilitación en Irenea, donde cada pequeño logro supone una gran victoria para él y su familia
- Los expertos en Rehabilitación Neurológica de Vithas Aguas Vivas destacan la importancia de un abordaje integral y personalizado, que combina fisioterapia, terapia ocupacional, logopedia y neuropsicología, como clave para mejorar la autonomía y calidad de vida de las personas con Síndrome de Angelman
El Síndrome de Angelman es un trastorno neurogenético poco común que afecta el desarrollo motor, cognitivo, lingüístico y social. Aunque no compromete la esperanza de vida, sí presenta grandes desafíos en la autonomía y funcionalidad de quienes lo padecen.
Oriol, un niño de 2 años y medio de la Ribera Alta, es uno de los pocos niños con Síndrome de Angelman en la provincia de Valencia. Esta patología representa menos del 2% de los casos de enfermedades raras en la Comunitat Valenciana[1] y su neurorrehabilitación en Vithas Aguas Vivas ha sido y es fundamental para minimizar las dificultades asociadas a esta patología y potenciar sus capacidades.
"Mi hijo ama el agua, podría pasar horas en la piscina, la playa, la ducha. Su cara se ilumina buscando a nuestro perro para jugar con él, busca nuestra atención constantemente porque es muy cotilla y disfruta inmensamente de sus juguetes, de los dibujos animados y de la música", cuenta su padre, Salva. "Si solo miramos esto, podríamos pensar que hablo de cualquier niño de su edad. Pero desde muy pequeño supimos su diagnóstico, y el camino ha estado lleno de retos: hipotonía, problemas de atención, problemas de equilibrio y coordinación, alteraciones del sueño y la epilepsia, que es una de las mayores complicaciones asociadas al síndrome".
El diagnóstico de Oriol llegó temprano, a los 10 meses, cuando sus padres notaron que no respondía a ciertos estímulos visuales y auditivos. "Desde las primeras revisiones pediátricas ya nos alertaron de que algo no iba bien. Nos hablaron de problemas de visión y de un posible retraso en el desarrollo, pero nunca imaginamos un diagnóstico de este tipo. Fue un golpe difícil de asimilar", explica Salva. "Te planteas muchas cosas, pero con el tiempo aprendes que no es una vida peor, sino una vida diferente".
A pesar de estos desafíos, gracias a la neurorrehabilitación en Irenea, Oriol ha conseguido grandes avances. "Cada pequeño logro es una gran victoria para nosotros. Es como ganar la Champions League", afirma su padre. "Los profesionales de Vithas Aguas Vivas nos han dado esperanza, y no dejaremos de luchar, porque cada niño es un mundo y nunca sabes las capacidades que pueden llegar a tener".
Según la Dra. Carolina Colomer, directora clínica de Irenea, "desde la llegada de Oriol al centro de neurorehabilitación de Vithas Aguas Vivas, ha trabajado en un plan de intervención personalizado que ha permitido avances en el control motor, logrando ponerse de pie con asistencia, mejorar los alcances con los brazos, reducir la fatiga y mejorar la capacidad para mantener la atención y la fuerza orofacial".
Oriol sigue un completo programa de neurorrehabilitación pediátrica en Vithas Aguas Vivas, que abarca fisioterapia, terapia ocupacional, logopedia y neuropsicología, permitiéndole desarrollar sus capacidades y ganar en autonomía. Además, participa en equinoterapia y terapia acuática, fundamentales para mejorar su equilibrio y control postural. "Nuestro objetivo no es solo mejorar su día a día en casa", explica Laura Muñoz, su neuropsicóloga, "sino también trabajar de la mano con los centros educativos para facilitar la integración de estos pequeños en el entorno escolar y social, garantizando un desarrollo integral".
Con motivo del Día Internacional del Síndrome de Angelman, los especialistas en Rehabilitación Neurológica de Vithas Aguas Vivas, integrados en el Instituto de Neurociencias Vithas (INV), reafirman su compromiso con la neurorrehabilitación como una herramienta fundamental para mejorar la calidad de vida de los niños con esta patología y sus múltiples comorbilidades. "Seguimos avanzando en tratamientos personalizados y en la creación de entornos inclusivos, donde cada pequeño pueda desarrollar su máximo potencial y vivir con mayor independencia", concluye la Dra. Colomer.
[1] https://comunica.gva.es/es/detalle?id=361303087&site=174859789