Picaduras, diarreas y otros episodios propios del verano pueden requerir atención urgente por su riesgo de evolucionar a cuadros potencialmente graves

Picaduras, diarreas y otros episodios propios del verano pueden requerir atención urgente por su riesgo de evolucionar a cuadros potencialmente graves

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La combinación playa y alcohol puede agudizar una posible deshidratación. La dificultad al respirar tras una picadura precisa atención médica muy urgente. El mareo y sensación de confusión merecen especial atención cuando van acompañadas de otros síntomas.

Equipo médico de urgencias en Vithas Valencia 9 de Octubre

Valencia, 28 de julio de 2020. Tradicionalmente, desde los hospitales se ha venido haciendo un llamamiento a la población para hacer un uso responsable de los servicios de urgencias en aras de no saturar unos recursos que, como su propio nombre indica, deberían quedar reservados para los casos que precisan asistencia médica urgente.
Sin embargo, en ocasiones puede suceder que no se llegue a entender el alcance de determinados síntomas que, si bien por sí solos no revisten especial gravedad – como vómitos o febrícula- sí son motivo de atención médica urgente cuando aparecen juntos, conformando un cuadro clínico potencialmente grave.
Episodios y síntomas que precisan atención urgente en verano
Durante los meses de verano se dan con especial asiduidad determinados accidentes o episodios que pueden ser graves cuando aparecen acompañados de una serie de síntomas.
Desde el Servicio de Urgencias de Vithas Valencia 9 de Octubre se destacan los siguientes:
Golpes de calor
Cuando después de haber estado expuesto de forma prolongada a altas temperaturas, “y, además”, explica el Dr. Julián Ruiz Baixauli, coordinador del servicio, “recordamos no haber bebido, sentimos frío, confusión o notamos alteraciones en el ritmo cardíaco, hay que acudir a un servicio de urgencias sin demora”.
Es importante destacar que el golpe de calor sin tratar puede dañar rápidamente el cerebro, el corazón, los riñones y los músculos. El daño empeora cuanto más se retrasa el tratamiento, lo que aumenta el riesgo de sufrir complicaciones graves o la muerte.
Picaduras
Las picaduras de insectos y medusas no tienen por qué revestir gravedad. Pero pueden asociarse a reacciones alérgicas potencialmente muy graves. “Incluso cuando nos haya picado algo con anterioridad y no hayamos percibido nada preocupante más allá de un enrojecimiento, la alergia a la picadura puede aparecer con el paso de los años”, matiza el Dr. Ruiz Baixauli. “Debemos alarmarnos cuando aparece picor de garganta y dificultad respiratoria”, afirma el Dr. Khalil Yousef Ali Suwais, médico de urgencias.
El cuadro más grave que puede aparecer como consecuencia de una reacción alérgica a una picadura es el edema de glotis, que incrementa el tamaño de la glotis significativamente. “Al obstruirse la vía área en pocos minutos, podría provocar un paro cardiorrespiratorio”.
Quemaduras solares
Existen síntomas de quemadura solar que no deben pasarse por alto. “En ocasiones, sobre todo cuando la exposición al sol ha ido acompañada del consumo de alcohol, pueden conducir a una deshidratación”, asegura el Dr. Wilfredo García, médico de urgencias. Así, cuando el enrojecimiento de la piel se agrava con ampollas, fiebre que alcanza los 40º, o náuseas, hay que acudir a urgencias, donde la quemadura se trata con pomadas con corticoides y se hidrata al paciente. “Cuando la superficie quemada es muy grande es conveniente incluso administrar antibióticos, por el riesgo de infección que supone”, añade el Dr. García.
Deshidratación
Existen grupos de riesgo frente a la deshidratación en verano. “Durante estos meses se pierde mucho líquido, lo que provoca una bajada de la tensión arterial que puede traducirse en mareos”, explica el Dr. Gurgen Harutyunyan, médico de urgencias.
Las personas mayores, que suelen sentir una menor necesidad de consumir líquidos -en ocasiones, además, siguen tratamientos diuréticos-, o aquellos que se medican con fármacos betabloqueantes para controlar su tensión arterial son más propensos a sufrir cuadros de hipotensión en verano.
También hay que prestar especial atención a las gastroenteritis. “En verano tendemos a comer fuera de casa, muchas veces en la playa…la comida se estropea, y en muchas ocasiones, además, bajamos la calidad; picamos cualquier cosa, comemos dulces, cremas, etc.”, explica el Dr. García. Cuando el consumo de productos en dudoso estado de conservación produce gastroenteritis, aparece la diarrea. “Si el número de evacuaciones/vómitos es alto, existe intolerancia a tomar líquidos por vía oral y hay fiebre, es mandatorio acudir a urgencias”.
Una deshidratación aguda, prolongada y no tratada puede incluso motivar la aparición de convulsiones, entrada en coma o pérdida total del conocimiento. Cuando el malestar general, mareo, cansancio y contracturas musculares se suman a los síntomas más conocidos de deshidratación es hora de acudir a un servicio de urgencias.
 

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