Se aconseja realizar una primera valoración por parte del podólogo entre los 4-5 años para revisar la progresión del desarrollo de los pies. El tratamiento inicial de esta patología consistirá en el fortalecimiento de la musculatura intrínseca del pie y en caso necesario el uso de ortesis personalizadas a medida bajo la supervisión de un especialista
El pie plano flexible es uno de los principales motivos de consulta en podología. Se trata de una afección muy común en bebés y niños pequeños que implica la desaparición o la no formación del arco plantar del pie. Cuando comienzan a caminar y su postura se hace más estable y dinámica, se va ejercitando la musculatura plantar y se muestra el arco plantar.
Según Jairo Casal, responsable de la unidad de Podoactiva del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, “este tipo de pie plano es muy frecuente entre la población infantil, sobre todo en los primeros años de vida. Por eso, puede ser difícil de diferenciar de la evolución de un pie normal, ya que en un gran porcentaje de niños existe aplanamiento del arco longitudinal sin que la movilidad del tobillo se resienta. Lo más frecuente es encontrarnos con un pie plano flexible desde el comienzo de la fase de la marcha del niño y que estos evolucionen formando el arco plantar hacia los 10-14 años”.
“Mientras los huesos de los niños continúen creciendo se puede mejorar la anatomía del pie. La edad máxima para revertir este cuadro es a los 14 años. Solamente en los casos de pies planos rígidos que provocan dolores y alteraciones en la marcha de los niños, se puede aconsejar un tratamiento quirúrgico”, afirma Jairo Casal.
Sin embargo, es posible que algunas personas no lleguen nunca a tener bien formado el arco plantar. Es entonces cuando se habla pie plano idiopático o del adulto. También puede suceder que, debido a algunas patologías como la diabetes o a una lesión del tendón tibial posterior, los músculos intrínsecos del pie y los ligamentos articulares pierdan su tono y su funcionalidad y se desarrolle pie plano en la edad adulta. “Las personas con pie plano tienen más probabilidades de desarrollar algún problema relacionado con la movilidad del pie, porque se trata de una deformidad que puede alterar la función articular del pie a nivel del tarso (huesos centrales del pie), por eso es importante corregirlo”, comenta Jairo Casal.
¿Cuándo identificar que existe un problema en edad infantil?
“El rasgo característico, -subraya el especialista-, es observar un aumento de la huella plantar al pisar en una superficie plana, lo que se apreciará en la exploración por parte de podólogo. Además, se acompaña habitualmente de valgo del retropié, que es cuando el talón mira y se dirige hacia fuera. Esta desviación puede apreciarse porque los niños que la padecen deforman rápidamente los zapatos, torciéndolos por la parte posterior y desgastando el tacón más de un lado. Por ello, son niños que tiene tendencia a caminar poco o que al correr muestran una cierta torpeza y se suelen caer con facilidad”.
Tratamiento
El tratamiento de este tipo de pie plano flexible implica el diseño de unos soportes plantares o plantillas a la medida del pie del niño, que se obtienen mediante un molde del pie, y realización de ejercicios de rehabilitación que potencien el tono muscular. “Algunos padres creen que el niño que sufre esta patología caminará mejor con una bota ortopédica, pero lo cierto es que este tipo de calzado limita el movimiento del tobillo y no deja que la musculatura y los ligamentos del pie se desarrollen correctamente, por lo que a no ser que sea indicado por el médico o el podólogo, no debe recurrirse a él”, puntualiza el profesional.
Consejos para evitar o recuperar el pie plano
El consejo básico para evitar o recuperar un pie plano es detectarlo lo antes posible y acudir al especialista para empezar la terapia inmediatamente. “Todos los niños a partir de los 4-5 años deberían realizar un estudio biomecánico por parte del podólogo para valorar el estado de sus pies y sus piernas”, afirma Jairo Casal.
Como recomendaciones sencillas de aplicar en la vida cotidiana para facilitar la tonificación de la musculatura plantar, desde la unidad de Podoactiva del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, comentan: caminar con el pie descalzo por superficies irregulares para que el pie tenga que adaptarse al terreno; caminar de puntillas; jugar con una pelota; recoger pequeños objetos con los dedos de los pies; practicar deporte; elegir correctamente los zapatos y acudir a revisiones con los especialistas.
