Tres de cada diez españoles sufre algún tipo de dolor prolongado

Tres de cada diez españoles sufre algún tipo de dolor prolongado

Vithas Valencia

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17 de octubre, Día Mundial contra el Dolor. Se estima que hasta el 60% de los pacientes con dolor postoperatorio lo sufre de forma persistente. La desesperación y el consumo indiscriminado de fármacos suelen caracterizar a quienes padecen dolor de forma continua. Las unidades hospitalarias del dolor constituyen la mejor forma de abordar el dolor de forma integral y multidisciplinar.

“No hay dolor más intenso que el dolor de uno mismo ni más exagerado que el de los demás”. La cita es de uno de los primeros especialistas en el tratamiento del dolor como enfermedad en sí mismo y refleja a la perfección el castigo social y la incomprensión que muchos enfermos de dolor crónico sufren al tratarse, la suya, de una enfermedad poco objetivable y sujeta a arbitrarias escalas populares de fortaleza física. Pero lo cierto es que sus efectos son devastadores en todos los ámbitos: laboral -y por añadidura económico- social, psíquico, familiar… A todos ellos hay que sumar, obviamente, el desgaste físico de quien se levanta y se acuesta a rastras con el dolor.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP) y la Federación Europea del IASP Chapter (EFIC) organizaron en 2004 el primer Día Mundial contra el Dolor. El objetivo fue  llamar la atención de la comunidad internacional sobre la necesidad urgente de aliviar las situaciones de dolor físico y mental a quien las sufren y también implementar los recursos necesarios para conseguir el derecho universal de un estado óptimo de salud física y mental. Desde entonces, se estableció que el 17 de octubre sea el Día Mundial contra el Dolor, que este año está dedicado al dolor entre la población más vulnerable.

Dolor agudo y crónico: diferencias

El dolor agudo siempre es definible e identificable porque representa el síntoma que nos permite evitar un peligro o reconocer un daño a la integridad física del individuo. Durante mucho tiempo, el dolor crónico se consideró un síntoma de una enfermedad crónica que debía identificarse y tratarse y la misma definición de "crónica" se vinculaba a un criterio temporal (6 meses). Sin embargo, dado que es difícil desde un punto de vista fisiopatológico vincular la cronicidad con el criterio temporal, por dolor crónico se entiende el daño que ha superado la capacidad de reparación/regeneración del organismo y que se prolonga en el tiempo, más allá de seis meses, “sin ninguna utilidad, es decir, sin que constituya un síntoma de alarma para curar una enfermedad, sino que el propio dolor es la enfermedad en sí misma”, explica el Dr. Michele Tommasi Rosso, coordinador de la Unidad del Dolor del Hospital Vithas Aguas Vivas de Valencia.

Según datos de la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP) para 2018, entre el 25 y 29% de la población padece dolor. En España,  la Sociedad Española del Dolor publica (2018) que un 30% de la población no hospitalizada sufre algún tipo de dolor,  crónico en el 18% de casos. El dolor crónico de causa no oncológica se encuentra entre el 2 y el 40% de la población adulta y su coste económico aproximado en España está entre el 2-2,8% del PIB, casi unos 15.000 millones de euros.

En cuanto al dolor oncológico, la prevalencia en el momento del diagnóstico es del 37% de los pacientes. Se estima que hasta el 60% de los pacientes con dolor postoperatorio lo sufre de forma persistente.

Unidades del dolor

El grueso de los pacientes que llegan a las unidades de tratamiento del dolor lo hacen tras un periplo interminable por distintos especialistas, lo que supone un deambular dando palos de ciego sin sentido ya que, afirma el Dr. Tommasi Rosso “el tratamiento del dolor crónico es casi siempre multimodal” puesto que su naturaleza, determinante en la elección de una determinada estrategia terapéutica, también es multifactorial.

Conviene incidir, en aras de ajustar las expectativas de los pacientes a los resultados de los distintos tratamientos que se dispensan en las unidades del dolor, en el carácter crónico de estos procesos dolorosos. Hay casos en los que la causa del dolor incluso puede originar cambios irreversibles en el sistema nervioso; es el caso de los herpes, donde el dolor nunca desaparece del todo. En casos así, el objetivo principal es convertir el dolor en soportable, de forma que el paciente pueda recuperar su vida social y laboral y sentirse activo en su día a día.

Recuperar una vida normal

La desesperación y el consumo indiscriminado de fármacos suelen caracterizar a quienes por primera vez pisan una unidad del dolor.

Los pacientes llegan a la unidad del dolor bien por decisión propia, bien por indicación de otros especialistas tras una intervención quirúrgica o ante la evidencia de un síntoma doloroso.

La atención al paciente comienza con una consulta diagnóstica para la valoración inicial de su estado clínico, protocolizando el tipo de dolor, su posible origen, así como considerando los aspectos psicológicos que pueden participar en su generación y mantenimiento.

Establecido el diagnóstico, se opta por una determinada solución terapéutica que depende del tipo particular de dolor, de su intensidad y de la eficacia o no que han tenido otros tratamientos para aliviarlo.

La asistencia a los pacientes que sufren dolor crónico se realiza con tratamientos no invasivos que ofrecen múltiples opciones terapéuticas como las terapias llamadas “físicas” (iontoforesis, electroestimulaciones, ultrasonidos); las infiltraciones articulares, los bloqueos nerviosos, la radiofrecuencia son sólo algunas de las técnicas utilizadas en la Unidad del Dolor del Hospital Vithas Aguas Vivas de Valencia y otras unidades de tratamiento del dolor de Vithas. El apoyo psicológico se engloba también en el grupo de tratamientos no agresivos contra el dolor.

En última instancia, los tratamientos invasivos (neuroablación, cirugía reparadora, implante de dispositivos para la administración continua de fármacos, etc.) hacen imprescindible el paso por el quirófano.

El control del dolor postoperatorio se logra mediante protocolos de tratamiento analgésicos empleados en la salas de ingresos, que implican como vías de administración el uso de catéteres, elastómeros, bombas de infusión continua controladas por el paciente.

Es importante optimizar los resultados de los distintos tratamientos no perder de vista el carácter multidisciplinar que debe caracterizar la lucha contra el dolor agudo y crónico. En este sentido, afirma el Dr. Tommasi Rosso que “los tratamientos que prescribimos a nuestros pacientes se apoyan y completan en indicaciones personalizadas para cada caso de estilos de vida, cuidados y mantenimiento de la salud física y psíquica”.

Acompañamiento del paciente

Para las personas que sufren dolor crónico de salud es muy importante sentirse acompañadas en su proceso de control de dolor. En la unidad del dolor del Hospital Vithas Aguas Vivas los pacientes gozan de asistencia a distancia por vía telefónica o por correo electrónico todos los días laborables. “Tanto durante el tratamiento terapéutico como después de su finalización, se realizan consultas de seguimiento y control de la evolución de cada paciente, durante períodos de tiempo que varían dependiendo de la curación y mejoría, con la intención de preservar el pronóstico y evitar posibles recaídas”, explica el Dr. Tommasi Rosso.

El compromiso de Vithas: calidad asistencial acreditada, servicio personal y largo plazo

El compromiso estratégico de Vithas es que toda asistencia sanitaria esté avalada por los estándares de la acreditación de calidad de mayor prestigio internacional, la Joint Commission International. Tan solo 15 prestigiosos hospitales en España poseen tal acreditación y reconocimiento, y tres de ellos forman parte de Vithas, en Madrid, Málaga y Granada. Cada año Vithas atiende en más de 5.200.000 ocasiones a sus pacientes en sus 19 hospitales y 29 centros médicos Vithas Salud. Los 48 centros se encuentran distribuidos a lo largo de todo el territorio nacional y destacan los hospitales de Alicante, Almería, Benalmádena, Castellón, Granada, Las Palmas de Gran Canaria, Lleida, Madrid, Málaga, Sevilla, Tenerife, Vigo, Valencia y Vitoria-Gasteiz. Los 29 centros Vithas Salud se encuentran en Alicante, Almuñécar, Elche, El Ejido, Fuengirola, Granada, La Estrada, Las Palmas de Gran Canaria, Lleida, Madrid, Málaga, Marín, Nerja, Pontevedra, Rincón de la Victoria, Sanxenxo, Sevilla, Torre del Mar, Torremolinos, Vilagarcía, y Vitoria-Gasteiz. Vithas cuenta adicionalmente con más de 300 puntos de extracción repartidos por toda España en la red de laboratorios Vithas Lab. Su central de compras PlazaSalud24, referente en el sector, da servicio a 39 hospitales, 35 centros médicos y 20 clínicas dentales.

Vithas posee una participación en el proyecto líder hospitalario en Baleares, la Red Asistencial Juaneda, la cual cuenta con 5 hospitales y una amplia red de centros médicos repartidos por toda la región.

La apuesta de Vithas por una asistencia sanitaria de calidad acreditada y un servicio personalizado va unida al firme apoyo y visión de largo plazo de los accionistas de Vithas: Goodgrower, quien controla un 80% del capital, y CriteriaCaixa, con el 20% restante. Con un modelo de crecimiento basado en la diversificación geográfica y la sostenibilidad, Vithas prevé seguir consolidando su presencia nacional tanto con la apertura de nuevos centros como mediante adquisiciones y acuerdos estratégicos.
 

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