Una vida minimalista mejora la concentración y el desarrollo de los niños

Una vida minimalista mejora la concentración y el desarrollo de los niños

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“Con esta filosofía facilitamos que los niños sean más ordenados, cuidadosos, ágiles y productivos, además de favorecer las habilidades de toma de decisiones e inhibición de impulsos”, afirma la neuropsicóloga Estelia Pérez de Vithas Medimar

Una vida minimalista mejora la concentración y el desarrollo de los niños
 

  •  “Con esta filosofía facilitamos que los niños sean más ordenados, cuidadosos, ágiles y productivos, además de favorecer las habilidades de toma de decisiones e inhibición de impulsos”, afirma la neuropsicóloga Estelia Pérez de Vithas Medimar

 
Alicante, 22 de octubre de 2020. La filosofía del minimalismo en los niños se refiere a reducir a lo básico o desprenderse del exceso. “En nuestra sociedad actual, tener más es un hábito, pero los niños al igual que los adultos, también pueden experimentar que con menos se puede ser más feliz”, explica Estelia Pérez, neuropsicóloga de PsicoActúa, unidad de psicología y medicina de la salud del Hospital Vithas Medimar.
 
“Una vida minimalista mejora la concentración, aspecto importante en el desarrollo de su cerebro”, añade. Con esta filosofía se facilita que los niños sean más ordenados, cuidadosos, ágiles y productivos, además de favorecer las habilidades de toma de decisiones e inhibición de impulsos. De este modo, los niños “gastan, sufren y limpian menos, mientras aumenta su satisfacción con ellos mismos y una vida más práctica y sencilla”.
 
Este tipo de sistema, ayuda que los niños cumplan sus objetivos, ahorren en recursos y, consecuentemente, reduzcan gastos, explica Pérez.
 
“Sin duda hay diferencias en el desarrollo entre aquellos niños que se educan con demasiadas cosas materiales y los que se educan con menos. Desde pequeños aprendemos sobre la importancia de las cosas que nos rodean. Los juguetes y la ropa son sus posesiones, enseñarles a desapegarse de lo material y apreciar lo necesario y el valor de las experiencias. Enseñarles que la felicidad no va unida a comprar más o mejores cosas, tomar decisiones sobre lo importante en su vida y aprender a disfrutar de las experiencias sin necesidad de gastar dinero en cosas innecesarias, favorecerá su desarrollo en muchos aspectos”.
 
Es recomendable, siempre que sea posible, que el niño o niña decida lo que realmente necesita y comprenda la utilidad que le da o por qué le gusta. “Seguramente al principio necesite ayuda, pero debe tener control sobre estas decisiones. No debemos obsesionarnos ni forzar, ya que puede ser contraproducente”, añade.
 
“Si decidimos adoptar una vida minimalista, demostraremos cómo y por qué son importantes nuestras decisiones. Nuestros hijos e hijas lo irán comprendiendo y no por ello les estamos privando de experiencias con nuevos objetos. Seguirán experimentando y podemos enseñarles a descubrir alternativas como intercambio de juguetes, redescubrimiento de objetos guardados, reciclaje de materiales para la creación de otros”.
 
Potenciar la imaginación
 
La experta considera que, con menos objetos, los niños pueden enfocarse en una actividad concreta durante más tiempo y eso les permite elaborar más los juegos. Proponer actividades que desarrollen su creatividad y no impliquen una nueva adquisición, hace que sean más divertidos, imaginativos y entretenidos. “Pero si se lo damos todo hecho y les damos el producto final, no desarrollan su ingenio porque no encuentran una motivación”, concluye.
 

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