- Según la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (SEMFYC) tiene habitualmente más repercusión en las mujeres
- El estrés y la ansiedad prolongados pueden desencadenar en una serie de trastornos físicos, de tipos cardiovasculares, digestivos o respiratorios, e incluso dermatológicos
La vuelta de vacaciones muchas veces implica falta de concentración, cansancio y desánimo. Es lo que se denomina popularmente: síndrome posvacacional. Un proceso de adaptación que provoca alteraciones tanto físicas como psicológicas acompañado de síntomas como insomnio, dolor de cabeza o trastornos gastrointestinales.
Tal como explica el doctor Víctor Navalón, psiquiatra del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, “madrugar, seguir un horario, tener fechas de entrega, más obligaciones y menos tiempo libre, son algunos de los cambios que podemos notar después de las vacaciones, incluso cuando nos gusta volver a tener nuestra vida “ordenada”. Sin embargo, el síndrome posvacacional tiene su origen en el cambio de los biorritmos, es decir, es una reacción de estrés normal ante el cambio de rutina tras una temporada de descanso”.
Mujeres más afectadas que los hombres
Según la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (SEMFYC) llega a afectar a un 40% de la población, teniendo habitualmente más repercusión en las mujeres, simplemente por el hecho de que muchas de ellas suman al trabajo un importante papel en la organización de las tareas familiares.
“Además afecta más a las embarazadas ya que la mujer gestante tiene más predisposición que la población general a sufrir estos trastornos que describimos, por lo que puede acusar este síndrome de forma importante. Más aún si tiene ya hijos, ya que hay que sumarle el estrés de la vuelta al cole a la vuelta a su trabajo y al mayor cansancio que caracteriza a este estado. Es especialmente importante y beneficioso para ella adaptarse de nuevo a los horarios, sobre todo en cuanto a descanso, sueño y hábitos alimenticios”, subraya el profesional.
Uno de los principales síntomas del síndrome posvacacional es el estado de ánimo bajo. “La persona siente angustia, tristeza, irritabilidad o nostalgia. Además, puede venir acompañada de una gran sensación de ansiedad y estrés por afrontar de nuevo todas las responsabilidades que hemos dejado en pausa tras las vacaciones”, comenta el especialista
Normalmente los síntomas duran unos días, “una vez que el individuo se adapte a la rutina tanto laboral, como familiar y social”, comenta el doctor Navalón quien afirma que “el 20% de los afectados consigue recuperarse del todo en tan solo dos días, pero el 35% arrastra los síntomas y las molestias durante dos semanas”. “Solo en el caso de que los síntomas deriven en un síndrome de ansiedad generalizada o un estrés crónico, hay que derivar al paciente a un psicólogo, ya que podría ser una consecuencia de otras patologías psicológicas más graves. No hay que olvidar que el estrés y la ansiedad prolongados pueden desencadenar en una serie de trastornos físicos, de tipos cardiovasculares, digestivos o respiratorios, e incluso dermatológicos”, añade el doctor Navalón.
Recomendaciones
El profesional también apunta la recomendación de volver al trabajo de forma progresiva. “Por ejemplo, volver a casa unos días antes de la reincorporación al trabajo para adaptar los horarios, alimentación y actividad; no incorporarse a principios de semana ni programar reuniones importantes y decisivas nada más volver; tratar de cumplir el horario de trabajo, respetando los descansos, sin hacer horas extra ni llevarse trabajo a casa”, subraya el doctor Navalón.
Además, destaca la importancia de dormir las horas suficientes y practicar alguna técnica de relajación; llevar una dieta rica en vegetales y fruta, evitar tomar demasiado café y retomar el deporte. “También es importante hacer cosas que nos apetezcan durante el tiempo libre, fuera del horario laboral y marcarse objetivos realistas para poder afrontar el síndrome posvacacional de la mejor manera”, concluye el doctor Navalón.