Chanclas en verano: ¿Debemos usarlas solo en la piscina?

Chanclas en verano: ¿Debemos usarlas solo en la piscina?

Vithas Sevilla

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Las chanclas se caracterizan por ser un calzado ligero que lleva el talón suelto, y sujetas al pie con una o dos tiras en el empeine o entre los dedos; debido a la comodidad y rapidez en ponérnoslas, no se debería convertir en el calzado perfecto para el verano.

Las chanclas están diseñadas para usar a modo de prevención en piscinas, duchas públicas, gimnasios y para ir a la playa, ya que nos ayudan a evitar infecciones dérmicas como papilomas, hongos… tan frecuentes en medios húmedos.

Este tipo de calzado genera algunos inconvenientes para nuestros pies como:

  • Inestabilidad, al no llevar sujeto el pie, genera desequilibrio, aumentando el riesgo de caídas y torceduras.
  • Modifican la forma de caminar, al dar pasos más cortos, alteramos el funcionamiento normal de la musculatura de la pierna y del pie.
  • Fascitis plantar, es la inflamación de la fascia (tejido que va desde la base de los dedos hasta el talón en la planta del pie).
  • Dedos en garra, caminar para no perder la chancla, genera tensión tanto en los dedos como en la planta del pie.

¿Qué problemas puede ocasionar el uso excesivo de las chanclas en verano?

Hay que recordar que el uso de chanclas a diario y para recorrer largas distancias puede provocar inestabilidad al caminar y diversas patologías.

Con frecuencia se comenta los problemas que puede causar en nuestros pies el uso de tacones, pero usar zapatos excesivamente planos también puede perjudicarnos.

El calzado plano, tiene como principal característica una suela plana que puede ser muy delgada o gruesa, lo que hace que sea más pesado y rígido.

Este tipo de calzado no es el mejor, ya que no presenta una estructura adecuada para amortiguar los impactos que sufre el pie.

El uso excesivo de este tipo de calzado no solo afecta a nuestro patrón de marcha, sino que además puede provocar diversas patologías e incluso lesiones como:

  • Cansancio y dolor en los pies al terminar la jornada laboral.
  • Tensión en el Tendón de Aquiles.
  • Molestias en talones, tobillo, columna (zona lumbar) y caderas, debido a que un calzado plano carece de un buen apoyo en el arco de la planta y talón.

Esto no significa que nunca puedas o debas usar calzado plano, ya que ocurre lo mismo con el calzado de tacón, que su uso excesivo podría ocasionar y desarrollar patologías en todo el miembro inferior.

Desde la unidad de podología Podoactiva del Hospital Vithas Sevilla recomiendan un uso casual e intercambiar de forma frecuente tu tipo de calzado y acudir con frecuencia a su podólogo de confianza.

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