Por fin ha llegado el verano y liberamos nuestros pies con bailarinas, chanclas, espartos, sandalias de mil colores y formas, pero… ¿pensamos en nuestros pies a la hora de comprar calzado de verano?
La mayoría de la población en la época de verano utiliza sandalias o lleva los pies al aire libre lo que supone un riesgo para los pies, que están sometidos a mayor presión.
De cara a comprar los zapatos de verano, desde la unidad de podología Podoactiva del Hospital Vithas Sevilla destacan las siguientes recomendaciones:
- Calzado abierto, para que el pie respire, ya que el resto del año lo llevamos cubierto.
- Si el calzado es cerrado, se aconseja que sea transpirable, es decir, apostar por materiales naturales.
- Escoger un calzado con la mayor sujeción y con una suela que no sea muy fina y plana, ya que aumentaría considerablemente la tensión en la fascia plantar, tendón de Aquiles y musculatura posterior de la pierna
- Las sandalias deberían tener al menos 2 o 3 cm de suela, nos aporta confort y evita en la medida de lo posible las lesiones mencionadas anteriormente.
- Las sandalias deben tener sujeción en talón y zona anterior del pie (antepié).
- El uso de alpargatas con tacón de cuña puede producir esguinces, inestabilidad y dificultad al caminar; es aconsejable el uso de un tacón más ancho y con un material en la suela con mejor agarre.
- Si no puedes evitar utilizar sandalias de tacón alto y forma estrecha, al menos haz de ellas un uso moderado durante cortos periodos al día; este calzado favorece la aparición de hallux valgus (juanetes) y dedos en garra.
- Las sandalias de tiras, con tacón alto carecen de un correcto apoyo y a menudo producen irritaciones en los dedos, además de durezas y grietas en los talones.