- El uso de vapeadores ha aumentado significativamente, especialmente entre los jóvenes. La especialista en neumología considera que “la educación y la información son clave para tomar decisiones informadas sobre la salud”.
- Además de los problemas respiratorios ya conocidos, el vapeo podría contribuir a condiciones más graves a largo plazo, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
En los últimos años, el uso de vapeadores ha aumentado significativamente, especialmente entre los jóvenes. Sin embargo, es crucial entender los efectos que estos dispositivos pueden tener en la salud. Los vapeadores, que funcionan calentando un líquido que generalmente contiene nicotina, saborizantes y otros químicos, han sido promocionados como una alternativa más segura a los cigarrillos tradicionales. Sin embargo, investigaciones recientes han comenzado a arrojar luz sobre los riesgos asociados con su uso.
En este sentido, la Dra. Paola Cristina Lizarzabal Suarez, neumóloga del Hospital Vithas Castellón, comenta que “muchos vapeadores contienen niveles altos de nicotina, lo que puede ocasionar dependencia en la persona que lo consume y la nicotina es una sustancia altamente adictiva que puede afectar el desarrollo del cerebro en adolescentes y jóvenes adultos.
Tal y como comenta la especialista, “hay estudios que han demostrado que el uso de vapeadores puede causar irritación en las vías respiratorias y contribuir a problemas respiratorios a largo plazo”. Y comenta que “los aerosoles inhalados pueden contener sustancias químicas nocivas que afectan la salud pulmonar”.
La doctora Lizarzabal explica que “un estudio reciente publicado en la revista Journal of Respiratory Health ha encontrado que el uso de vapeadores puede estar relacionado con un aumento en la inflamación pulmonar. Los investigadores analizaron a un grupo de jóvenes que usaban vapeadores y descubrieron que presentaban niveles significativamente más altos de marcadores inflamatorios en sus pulmones en comparación con aquellos que no los usaban. Este hallazgo sugiere que, además de los problemas respiratorios ya conocidos, el vapeo podría contribuir a condiciones más graves a largo plazo, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Asimismo, la nicotina y otros compuestos en los vapeadores pueden aumentar la presión arterial y el ritmo cardíaco, lo que podría aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Y en cuanto a la salud mental, algunos estudios sugieren que el uso de vapeadores puede estar relacionado con un aumento en la ansiedad y la depresión, especialmente entre los jóvenes.
La especialista hace hincapié, en que los consumidores, especialmente los jóvenes, “sean conscientes de los riesgos asociados con el uso de vapeadores y añade que “la educación y la información son clave para tomar decisiones informadas sobre la salud”.